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¿Impulso para Assad?: conversaciones sobre Siria en Moscú

5 de abril de 2023

Altos diplomáticos de Rusia, Turquía e Irán discutieron en Moscú sobre la situación política en Siria. También fueron invitados representantes del régimen de Assad.

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Participantes en las consultas sobre Siria, en Moscú.
Consultas sobre Siria en Moscú.Imagen: Vladimir Astapkovich/Sputnik/IMAGO

¿Cómo se ve el futuro político de Siria? Sobre eso discutieron el martes (04.04.23) los viceministros de Siria, Turquía, Irán y Rusia, en Moscú. No se conocieron detalles, pero la agencia Reuters informó, remitiéndose a fuentes rusas y sirias, que pronto podrían reunirse los ministros de Asuntos Exteriores y, a largo plazo, también los presidentes de dichos países.

Rusia, como anfitrión, quiso volver a subrayar con el encuentro su papel en Siria, a juicio de Bente Scheller, experta en el Medio Oriente de la fundación Heinrich Böll. Oficialmente, el propósito es respaldar las conversaciones de la ONU para la pacificación del país. "Pero, en realidad, Moscú intenta crear hechos consumados, con su propio formato de diálogo”, indica Scheller. A diferencia de ocasiones anteriores, Moscú accedió esta vez a que participaran representantes sirios.

Complejos intereses

Entre los participantes en el encuentro, hay coincidencias y también claras divergencias de intereses. La más compleja es la relación entre Siria y Turquía. Bachar el Asad no rechaza categóricamente conversar con Turquía, pero pone condiciones. Entre ellas, la retirada de las tropas turcas del norte de Siria.

Recep Tayyip Erdogan.
Erdogan está sometido a fuerte presión interna.Imagen: Alo Eren Kaya/AFP

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, bien podría tener interés en llegar a un acuerdo con Damasco. En vista de la campaña para las elecciones presidenciales, en la que se encuentra bajo fuerte presión opositora, Erdogan ha planteado el tema de los muchos refugiados sirios que hay en Turquía. "Ahora quiere demostrar que se esfuerza por que regresen a Siria”, dice Regina Schwab, experta de la Fundación de Estudios de la Paz y Conflictos, de Hesse. Agrega que también podría tratar de contrarrestar la influencia kurda en Siria.

Por otra parte, Irán, cuyo régimen enfrenta protestas, probablemente intente ampliar y consolidar su presencia en Siria. Hace unas semanas, los gobiernos de Irán y Arabia Saudita acordaron restablecer las relaciones diplomáticas, a lo que podría seguir una distensión entre ambos países, que se combaten indirectamente en Yemen y en Siria.

Situación difícil para Israel

Estados Unidos tiene actualmente varios cientos de soldados en Siria, que combaten principalmente a la organización terrorista Estado Islámico. Washington responsabiliza también a grupos respaldados por Irán de varios ataques contra soldados estadounidenses en Siria.

Irán libra igualmente en Siria una pugna con Israel, que a su vez considera amenazados sus intereses por la presencia de fuerzas iraníes o aliadas de Teherán. "La pugna entre Irán, por un lado, y Estados Unidos e Israel, por el otro, podría derivar en una especie de guerra subsidiaria en Siria”, estima Regine Schwab.

En esta pugna, Israel está cada vez más aislado. Desde hace años, el país desarrolla un acercamiento a algunos países árabes, que llevó a un acuerdo con los Emiratos Árabes y Baréin, en 2020. Arabia Saudita no firmó el tratado, pero lo veía con buenos ojos. Sin embargo, el hombre fuerte de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, impulsa ahora el acercamiento a Irán.

El que más gana con esta nueva constelación es Assad. Su país juega un papel tanto en los cálculos de Rusia como en los de Irán. En Siria, ambos países se aseguran una presencia en el Mediterráneo. Por estos días, el príncipe heredero saudita invitó a Siria a participar en la próxima cumbre de la Liga Árabe, a celebrarse en mayo, en Riad. Esto debe representar una considerable revaloración para Assad, y al mismo tiempo, un debilitamiento para aquellos impulsos liberales que se articularon en la "Primavera Árabe” de 2011. Está por verse si Assad también puede beneficiarse económicamente. Bente Scheller lo duda: "Después de todo, ¿quién querría invertir en Siria?

(ers/ms)