Independizarse de Rusia
9 de enero de 2009
El diario parisino La Croix: "Una comunidad como la Unión Europea no puede aceptar vivir bajo esta constante amenaza. Ya después del primer pleito del gas en Rusia algunos países de la UE buscaron fuentes alternativas para reducir su dependencia del gas ruso. (...) De alguna forma tanto Rusia como Ucrania le hacen un gran favor a la UE. Este pleito hace que los estados miembros recapaciten sobre su dependencia de los combustibles fósiles y coordinen aún mejor sus políticas de energía. Y esto es al menos un avance."
Bulgaria un troyano de hielo
El diario de tendencia derecha búlgaro Nowinar: "Bulgaria es el único estado que participa en el llamado "club occidental-UE" pero que al mismo tiempo depende casi por completo del suministro energético ruso. Si hasta el momento no había pruebas de que la situación puede ser utilizada con fines políticos (...), la crisis del gas evidencia que es una realidad.
Precisamente la interrupción del suministro de gas es la prueba de que Rusia utiliza su posición monopolista con fines políticos. ¿Qué garantías existen de que en una situación crítica Moscú no intentará manipular a Sofía como caballo de Troya? Es sabido que igual que cualquier otro miembro de la UE, Bulgaria cuenta con un derecho de veto que podría bloquear las decisiones de la Unión."
La nobleza del gas
El diario alemán Süddeutsche Zeitung: "Rusia no es parte de la UE, pero es parte de Europa. Por lo mismo desde la óptica de Putin no resulta ilógico que Rusia elabore su propio modelo político europeo. La política de alianzas de Putin funciona de forma ilustrativa y cualquier la puede entender fácilmente. No son las palabras nobles las que unen a los Estados sino como queda demostrado, la dependencia concreta que se crea a través de la materia prima gas (...). Europa occidental, la Europa de la UE, está cada vez más conciente de esta dependencia."
Intereses nacionales
El periódico conservador polaco Rzeczpospolita: "No tiene sentido intentar nombrar a los culpables en este pleito. Ambos países persiguen intereses nacionales. Ucrania no pagó la cuenta a tiempo y provocó a Rusia a propósito. Rusia por su parte cerró el grifo del gas para dañar a Europa y subrayar la importancia del gasoducto del Báltico. Las víctimas son Polonia, Eslovaquia, Bulgaria y Austria. Ha llegado la hora de independizarse del gas ruso y de liberarse de la ilusión de que Ucrania nunca tiene la culpa."