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Informantes mintieron en caso de sobrinos de Cilia Flores

10 de septiembre de 2016

El testimonio se conoce en momentos en que la defensa de los sobrinos de Cilia Flores, buscan poner en duda la credibilidad de los informantes para que se elimine la evidencia reunida contra sus clientes.

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Efrain Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, tras su arresto en Puerto Príncipe, Haití, a fines de 2015.
Efrain Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, tras su arresto en Puerto Príncipe, Haití, a fines de 2015.Imagen: Reuters/Attorney's Office Manhattan

Francisco Flores de Freitas y Efraín Campo Flores, sobrinos de la primera dama de Venezuela y presos en Nueva York desde noviembre, se vieron este viernes (9.09.2016) por primera vez en una corte federal de esta ciudad con los informantes de la DEA que aseguran que estos allegados de Cilia Flores intentaban traficar cocaína a EE. UU.

En el segundo día de una audiencia de supresión de evidencia, los informantes, que resultaron ser padre e hijo y fueron identificados solo como "CS1" y "CS2", fueron traídos desde una cárcel federal en California para dar su testimonio sobre este caso, a través de intérpretes.

Ambos fueron arrestados el pasado agosto por intentar introducir y ayudar a distribuir droga en EE. UU., así como por mentir a investigadores estadounidenses de la DEA para traficar las drogas en secreto entre 2012 y 2016, cuando eran sus informantes.

Traficaron y consumieron

"CS1" y "CS2" se declararon culpables de todos esos cargos en un acuerdo con la fiscalía que incluyó su disposición para declarar en el proceso contra los sobrinos de la legisladora y esposa del presidente venezolano, Nicolás Maduro. "CS1", de 55 años, dijo que los venezolanos acusados le aseguraron durante la tercera reunión que sostuvieron en la ciudad de Caracas, que la droga que traficaban era de la mejor calidad.

"CS1" viajó a Venezuela junto a su hijo, de 34 años, también informante de la DEA, y un amigo mutuo no identificado, durante ese encuentro en un edificio que dijo era propiedad de Flores de Freitas, aseguró que de las tres reuniones que tuvieron, fue en esa que vio por primera vez un kilo de cocaína, una muestra de la que tenían presuntamente previsto traficar a EE. UU.

El informante, que además de traficante era usuario de cocaína mientras simultáneamente cooperaba con la DEA, lo que esa agencia federal no sabía en ese momento, pidió hacer una prueba para determinar su calidad.

El caso implcia a dos sobrinos de Cilia Flores, legisladora y primera dama venezolana.
El caso implcia a dos sobrinos de Cilia Flores, legisladora y primera dama venezolana.Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra

Implican a los Flores

"A base de mi experiencia (como narcotraficante) por el brillo, el color y la textura, porque te deja un aceite en la mano. Esa cocaína era puro aceite y le dije a Flores y a Francisco que era de pura calidad", indicó. Aseguró que ellos le dijeron que "esa era la calidad que trabajaban todo el tiempo, que no querían problemas y que sería la que enviarían".

Su hijo también dijo durante el interrogatorio haber visto la droga y que fue su padre quien la tocó. El informante admitió además a la defensa que durante su estadía en Venezuela inhaló cocaína y que sostuvo relaciones sexuales en dos ocasiones con prostitutas, lo que la DEA no sabía. Las prostitutas fueron pagadas por Campo Flores.

Durante sus años como informante de la DEA y otras agencias del orden, el padre dijo haber ganado desde 2003 alrededor de un millón de dólares, mientras su hijo obtuvo 400.000 dólares. "CS1" admitió haber mentido incluso hasta esta jornada, en que la fiscalía supo por primera vez que había una tercera persona que viajó a Venezuela con ellos.

Evalúan petición de supresión de evidencia

Durante la audiencia de unas seis horas, la fiscalía dirigió su interrogatorio a "CS1", "CS2" y otro confidente de la DEA, así como a un agente, para probar su conspiración para traficar droga a este país y demostrar que a los acusados no se les violaron sus derechos durante su arresto el 10 de noviembre en Haití, como alegan en su petición de supresión de evidencia.

La defensa, por su parte, siguió en su propósito de desacreditar la credibilidad de los informantes, insistiendo en ambas audiencias en que mintieron durante cuatro años a la DEA sobre sus actividades delictivas mientras eran pagados por esa agencia.

RML (efe, reuters)