Ingenieros mexicanos concluyen capacitación en Alemania
24 de agosto de 2012“Nunca había salido al extranjero y han sido muchas experiencias, aprender un idioma, vivir sola, profesionalmente conocer un área nueva que me ha hecho ver nuevas oportunidades en las que puedo seguir trabajando”, resume Luisa Jiménez, originaria de Ciudad de México. Estudió ingeniería industrial y una especialidad en logística y llegó a Alemania hace un año para tomar parte en un entrenamiento especializado en ahorro energético aplicado a distintas disciplinas.
La joven de 28 años dejó su empleo en México para poder venir y ahora está convencida de que encontrará algo interesante. “Lo mío es la consultoría logística en materia de transporte”, dice.
El llamado International Leadership Training (ILT) es un programa auspiciado por la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) y el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo, que seleccionó en colaboración con instituciones mexicanas a un grupo de profesionales, hombres y mujeres. La mayoría de los participantes fueron ingenieros pero también llegó un economista.
Pasos lentos pero seguros
“En materia de energías renovables, México avanza en una dirección muy positiva. Los pasos que se han dado son buenos -aunque pocos-, como fue la aprobación de la ley sobre el Net Metering en 2008, que permite alimentar las redes de energía eléctrica con la energía generada por los paneles solares. Eso ha comenzado a desarrollar el mercado en la dirección en que Alemania ha avanzado tanto”, dice por su parte Hiram Pérez Strauss.
El ingeniero en mecatrónica de 28 años fundó su propia empresa en Guadalajara. Energías Renovables Aztecas (ERA) abrió brecha al ofrecer proyectos fotovoltáicos. Pérez Strauss hizo sus prácticas profesionales en la Deutsche Investitions-und Entwicklungsgessellschaft (DEG), en su sede en Colonia. Ahí se encargó de evaluar proyectos de energías renovables, hidroeléctricas, de energías eólicas para que el banco otorgara el financiamiento. “Son proyectos muy grandes que Alemania apoya en toda Latinoamérica”, dice.
El joven empresario está ansioso por volver a México y ofrecer financiamiento a sus clientes. “Vamos a seleccionar un grupo piloto de clientes para realizar un financiamiento, pues muchos de ellos no instalan este tipo de energía porque no tienen capital. La idea es ofrecer un financiamiento similar al que ofrecen los fabricantes de automóviles”, explica.
Historias de éxitos
Alejandro Herrera es un joven arquitecto que participó en el programa 2010/2011 sobre eficiencia energética en la construcción de edificios y conoció en Alemania el estándar "Pasivhaus", capaz de ahorrar hasta un 95% de energía en comparación con un edificio convencional. Ha vuelto a Alemania para buscar la certificación que otorga el llamado Pasivhaus Institut, en la renovación de un departamento en Ciudad de México bajo dicho estándar. “Sería la primera certificación en América Latina”, afirma.
En las oficinas de la GIZ en Berlín los participantes recibieron sus diplomas en medio de aplausos. Unos se van y otros llegarán pronto. Los organizadores se preparan para recibir el siguiente grupo de México. “La cooperación lleva ya casi 40 años y es el único programa bilateral en el que sólo toman parte mexicanos”, resume el coordinador del programa, Pedro Pacheco. “A través de los años y en cada generación hemos sido testigos de muchas historias de éxito, los participantes avanzan muy rápido a puestos de dirección o a la fundación de sus propias empresas. También hay quienes abren representaciones alemanas”, concluye.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas