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Irán: tensión en aumento

ERS11 de enero de 2006

Gran Bretaña se muestra decidida a llevar ante el Consejo de Seguridad de la ONU la decisión iraní de reanudar sus actividades en el terreno nuclear, que el presidente de Irán volvió a defender con vehemencia.

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Tony Blair no descarta ningún tipo de sanciones contra Irán.Imagen: AP

La tensión política aumenta en vísperas de la reunión de emergencia que sostendrán los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Gran Bretaña y Alemania este jueves en Berlín, para debatir sobre cómo reaccionar a la decisión iraní de romper los sellos de una planta atómica experimental. El primer ministro británico, Tony Blair, afirmó que su gobierno pretende plantear el tema ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. "Entonces tendremos que resolver qué medidas adoptaremos y, en este contexto, no excluimos ningún paso", afirmó el gobernante de Londres.

A buen entendedor, pocas palabras: las declaraciones de Blair fueron interpretadas como una alusión a la posibilidad de represalias incluso en el terreno militar. Tal opción había sido descartada en la víspera por su propio ministro de Relaciones Exteriores, Jack Straw, según el cual las medidas de fuerza no figuraban en la agenda de ningún país. No obstante, tanto Estados Unidos como Israel han mantenido abierta esa opción desde hace tiempo, aunque sin pronunciarse al respecto en forma explícita.

Intransigencia iraní

Sea como fuere, el presidente iraní no se muestra mayormente impresionado. "Irán seguirá decididamente su camino para dotarse de energía nuclear y aplicarla con fines civiles", afirmó Mahmud Ahmadineyad, subrayando que su país "no tiene miedo al todo el teatro que hacen las grandes potencias".

Que las cosas podrían no quedarse en mero "teatro" es algo que el gobernante iraní debería tener, sin embargo, en cuenta. En la medida en que su postura intransigente cierre las vías de diálogo a los países europeos, que intentan resolver el conflicto por la vía del diálogo, van quedando pocas alternativas a las sanciones. Estados Unidos ya aplica un embargo económico contra Irán y los europeos, que siempre se han resistido a seguir sus pasos, podrían ahora terminar secundándolo. Y eso ya sería suficientemente doloroso para Teherán, sin necesidad de pensar en sanciones de carácter militar.