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Irak: insurgentes del EIIS imponen la sharia en Mosul

14 de junio de 2014

El primer ministro Nuri al Maliki llamó a la unión. El Ejército y fuerzas kurdas informan de nuevos triunfos, mientras miles se alistan para combatir a los islamistas.

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Imagen: Radwan Mortada

Las fuerzas del Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS) que tomaron hace algunos días Mosul, la segunda ciudad en importancia de Irak, anunciaron que a partir de ahora se impondrá la sharia en el lugar y ordenaron a los residentes que siguen en la ciudad que a partir de ahora nadie responde al gobierno central del país, de acuerdo a informaciones entregadas este sábado (14.06.2014) por Human Rights Watch, que tuvo acceso al documento, que está firmado por el máximo líder del EIIS, Abu Bakr al Baghdadi.

En el texto, se ordena a “todos los soldados del Islam que asuman su responsabilidad a la hora de recuperar el Califato Islámico” e insta a los ciudadanos y notables locales que “se abstengan de colaborar con el gobierno iraquí”. Si no obedecen la orden, serán acusados de traición y ejecutados. Las milicias insurgentes ya han prohibido el consumo de tabaco, drogas y alcohol en toda la ciudad y ordenaron la destrucción de todos los santuarios que no sean sunitas.

Asimismo, se informó que cualquier persona que sea descubierta robando “verá amputada su mano” y que a partir de ahora las mujeres deberán vestir “decentemente, con ropa ancha” y que solamente podrán salir a la calle “cuando reciban permiso para ello”. Escapando de esta verdadera barbarie, más de un millón de personas ya abandonado sus hogares, según cifras entregadas por Naciones Unidas. Muchos de ellos se han trasladado a zonas del norte kurdo.

“Somos un mismo país”

Mientras en Mosul se impone la estricta ley que los rebeldes consideran islámica, miles de voluntarios iraquíes acudieron a alistarse en el Ejército para luchar contra las tropas del EIIS. Según información de prensa, solamente en la localidad de Nayaf las filas oficialistas esperaban sumar unos 100.000 nuevos reclutas a unas fuerzas que, más que faltas de personal, en realidad están faltas de orden. En Mosul, muchos soldados abandonaron sus puestos en lugar de combatir y huyeron junto con la población civil.

Las diferencias religiosas podrían terminar por desmembrar Irak, pues los rebeldes son sunitas y pretenden “saldar cuentas” con el gobierno chiita. En el norte, en tanto, se hallan los kurdos, que luchan por su independencia desde hace años. Por todo esto, el primer ministro Nuri al Maliki, chiita, llamó a la población a “no escuchar a quienes hablan de chiitas y sunitas. Somos parte de un mismo país y una misma religión”.

Al Maliki habló desde Samarra, ciudad que estuvo en manos de los islamistas radicales y que ya fue recuperada por el Ejército. “Desde Samarra iniciaremos la batalla para vencer al terrorismo”, dijo Al Maliki. Diversos reportes aseguran que las fuerzas iraquíes y las kurdas consiguieron recuperar pequeñas localidades que habían caído en manos del EIIS. La Fuerza Aérea, en tanto, se adjudicó la muerte de más de 200 combatientes enemigos luego de bombardear sus posiciones en Baiyi.

Por otro lado, informaciones de un portal de noticias aseguran que EIIS controla la mayor refinería de petróleo del país, en Baiyi. Las instalaciones “están intactas y funcionando bajo las órdenes de los milicianos”, dijo una fuente consultada por la agencia de noticias Rudaw. Trabajadores de la planta, operada por la Empresa Petrolera del Norte, y fuentes del Ministerio del Interior, han confirmado que el lugar fue tomado por milicias tribales aliadas a EIIS.

DZC (dpa, Europa Press)