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Israel: futuro incierto

Tania Krämer (JAG / ERS)8 de diciembre de 2014

Ante la perspectiva de nuevas elecciones, la estrategia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, podría fracasar.

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Imagen: AFP/Getty Images

Los rumores sobre el futuro de Israel están a la orden del día. Desde hace días, algunos medios especulaban que el Primer Ministro Benjamín Netanyahu no buscaba elecciones anticipadas, sino una nueva coalición con los ultra ortodoxos. Es decir, todo parecía posible después de que Netanyahu anunciase la semana pasada su disposición a adelantar el final de la coalición de Gobierno debido a las fricciones ocasionadas por el aumento del presupuesto militar y el proyecto de ley que definiría a Israel como Estado nacional del pueblo judío.

Según algunos analistas, para Netanyahu las perspectivas no están tan claras. Además de llevar demasiado tiempo en el cargo, el Premier no consiguió mucho y se le responsabiliza de que haya elecciones anticipadas, que costarán a los contribuyentes unos 500 millones de dólares.

Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel.
Imagen: AFP/Getty Images/G. Tibbon

En Jerusalén, nadie se sorprendede lo que ocurre y, aunque pocos confiaban en la continuidad de la coalición, tampoco quieren nuevas elecciones. “Netanyahu debería evitar las elecciones anticipadas. No es el momento. La seguridad en Jerusalén es difícil y las elecciones cuestan dinero”, dice Oly Lerman, una transeúnte en el centro comercial de la capital. Aunque siempre votó al Likud, Lerman votaría hoy a otro partido que trajese “aire fresco”. Otros entienden la decisión de Netanyahu. “Un primer ministro ha de poder actuar y no sufrir continuamente críticas y bloqueos de sus socios”, opina el repartidor Uri Harel: “Las nuevas elecciones son el paso lógico y correcto”.

¿A quién se enfrenta Netanyahu?

Según las últimas encuestas, Netanyahu podría enfrentarse a un 65% en contra de su reelección. Otro sondeo del diario Ma´ariv apunta a tiempos aún peores para el todavía primer ministro. Está claro que la derecha parte con ventaja, pero aún no se sabe quién la encabezará. Naftali Bennet, del partido de corte nacional religioso de los colonos Habeit Yahudit (Hogar Judío), o el actual ministro de Exteriores Avigdor Lieberman, con su partido Israel Beitenu (Nuestra Casa Israel), quieren participar en el Gobierno.

Otros grandes competidores proceden de las propias filas del Likud como Gideon Saar, ex ministro del Interior que hace dos meses anunció su retiro de la política, y Mosche Kahlon, antiguo hombre de confianza de Netanyahu y ex ministro de Comunicación. Éste último podría presentar su propio partido y se le anticipa un futuro prometedor que captaría incluso a votantes de centro izquierda. En este sector de la centro-izquierda también estarían Tzipi Livni, con el partido Hatnua (Movimiento), y el ex presentador Yair Lapid que, con su partido Yes Ahtid, fue segundo en las elecciones pasadas y ahora estaría dispuesto a impedir la reelección de Netanyahu.

En las últimas elecciones hubo sorpresas y el resultado se decidió en el último minuto, apunta el investigador Gideon Rahat, de la Universidad Hebrea de Jerusalén: “Ahora ya no hay tanta lealtad a los partidos y se cambia rápidamente”, dice. Además, la campaña depende también de otros sucesos. Un atentado o un misil desde Gaza bastarían para decidir el futuro del premier, escribía el periodista Amos Harel en el periódico liberal Ha´aretz. Es decir, aunque la seguridad sea el tema preferido de Netanyahu, todavía pueden pasar muchas cosas y los pronósticos de hoy podrían caducar ya mañana.