Israel y Egipto disipan tensiones
11 de septiembre de 2011Publicidad
Este domingo (11.9.2011), Tel Aviv y El Cairo han hecho pública su aspiración de normalizar sus relaciones bilaterales, luego de que manifestantes asaltaran la embajada de Israel en Egipto el viernes (9.9.2011), haciendo necesaria la evacuación de su cuerpo diplomático. Ambos Gobiernos están en conversaciones para posibilitar el retorno del embajador israelí, Yitzschak Levanon, y su personal a la capital egipcia, pero Tel Aviv quiere garantías explícitas de seguridad. De ahí que la protección de la embajada en El Cairo se haya reforzado considerablemente este 11 de septiembre.
Egipto buscará a los responsables entre los 111 detenidos
Aunque un grupo nutrido de agentes policiales egipcios custodiaba el edificio en el que se halla la misión israelí el día del ataque, éste no pudo ofrecer resistencia a los miles de manifestantes. Vehículos policiales fueron demolidos, tres personas perdieron la vida y más de mil resultaron heridas durante los disturbios. La máxima representante de la política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, y la Secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, transmitieron al ministro de Exteriores egipcio, Kamel Amr, la preocupación de Estados Unidos y Europa por lo acaecido.
El añejo conflicto entre israelíes y palestinos, y sus ecos en el mundo musulmán son de una complejidad que a ratos dificulta enormemente la comprensión de lo que acontece en el Cercano Oriente. Aludiendo al reciente ataque de la embajada israelí en El Cairo, el diario alemán Die Welt publicó un artículo titulado La revolución egipcia perdió su inocencia, en el que los actos de violencia son atribuidos a agitadores oportunistas con aspiraciones políticas pero sin programa alguno por proponer, que echan mano a un antisemitismo profundamente arraigado en la población.
El periódico en cuestión sostiene que Europa y Estados Unidos deben dejar saber al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas –que gobierna de facto en Egipto mientras se consolida la nueva élite política– que agresiones a manos de civiles como la del 9 de septiembre pueden desalentar las intenciones de la comunidad internacional de apoyar económicamente la reconstrucción del país. El Cairo ha dicho que procurará encontrar a los responsables de la violencia entre los 111 detenidos para juzgarlos lo antes posible.
Israel teme quedarse sin aliados ni interlocutores en el Cercano Oriente
Al comentar los incidentes que dieron origen a la ola de protestas antiisraelíes en El Cairo, el diario germano Süddeutsche Zeitung sostenía a finales de agosto que, aunque la venganza es un acto reflejo en la política del Cercano Oriente, Tel Aviv se excedió en su reacción al atentado palestino que mató a ocho israelíes e hirió a otros treinta en el balneario de Eilat: después de este suceso, soldados israelíes mataron por error a cinco guardias fronterizos egipcios cuando repelían el ataque de hombres armados que habían cruzado la frontera entre Israel y Egipto.
Un exceso trajo otro exceso. Pero, en esta ocasión, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no se limitó a describir lo ocurrido como una “grave ofensa” que viola leyes internacionales y amenaza el tratado de paz suscrito por ambos países. Las circunstancias lo obligaron a agradecer al Gobierno egipcio el haber facilitado el rescate de su embajador y otros 86 diplomáticos israelíes, quienes abandonaron el país el 10 de septiembre. Y es que Israel corre el peligro de quedarse sin aliados ni interlocutores en la región mientras Mahmud Abbas hace campaña para el reconocimiento del Estado palestino.
Las tensiones entre Israel y Turquía no se han disipado desde hace más de un año, pese a las mediaciones de Estados Unidos; Siria, que tradicionalmente ha propiciado el equilibrio en el Cercano Oriente, tiene las manos llenas con sus propios problemas; y Tel Aviv todavía no sabe cómo relacionarse con El Cairo tras el derrocamiento del dictador Hosni Mubarak, quien protegió a sus embajadores desde que Israel y Egipto hicieron las paces en 1979. De ahí la inusual rapidez con que Netanyahu ha buscado disipar las tensiones con sus vecinos.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Claudia Herrera Pahl
Publicidad