Italia acusa a “hooligans” de terrorismo
12 de noviembre de 2007
La Fiscalía de la Roma acusó de cometer “acciones terroristas” a los hooligans que protagonizaron disturbios la noche del domingo tras la muerte de un fan del Lazio por un disparo de un policía, al que los fiscales de Arezzo acusaron hoy de “homicidio imprudente”.
Los fiscales de Roma consideran que detrás de los disturbios protagonizados por los violentos hinchas hay una organización con trasfondo político. Según los reportes policiales de hoy, la noche en Roma se saldó con 40 heridos y tres detenidos.
Medidas provisionales
Desde el gobierno, el Ministerio del Interior decidió prohibir de manera provisional los viajes de los 'tifosi' con sus equipos cuando jueguen de visitantes. La comisión de vigilancia del Ministerio decidió además sancionar a los hinchas del Atalanta y del Taranto, de tercera división, por los incidentes protagonizados ayer y que obligaron a la suspensión de lospartidos que se disputaban en ambas ciudades.
Por su parte, la ministra de Deportes, Giovanna Melandri, exigió una 'pausa de reflexión' para el fútbol italiano. “El próximo fin de semana la pelota debería descansar”, dijo al diario La Gazzetta dello Sport. Pero la medida tiene más bien carácter simbólico, ya que el fin de semana venidero no están programados partidos de la Serie A, debido a los compromisos internacionales de la selección italiana.
En Italia el fútbol es cada vez más rehén de los vándalos, que esta vez encontraron la justificación para su guerra contra las fuerzas del orden en la muerte del aficionado Gabriele Sandri, ocasionada por un disparo de un policía. “Somos rehenes de esta violencia, pero no podemos convertirnos en sus esclavos. Esto es para vomitar', dijo Roberto Donadoni, seleccionador italiano, que prepara ya el decisivo partido del sábado en Escocia para clasificarse a la Eurocopa de 2008.
Versiones divergentes
Entretanto, el policía implicado reconoció que disparó dos veces, la segunda de ellas, de forma involuntaria. “Primero hice un disparo de advertencia al aire, el segundo se disparó cuando corría”, dijo el uniformado al diario Il Corriere della Sera. “No apunté a nadie”, señaló el agente policial de Arezzo, quien se mostró muy afectado. La segunda bala perdida alcanzó al joven Sandri en el cuello cuando ya estaba metido en su coche.
Un testigo de los hechos contradice, sin embargo, la versión policial, y declaró que “disparó con los brazos estirados y con el arma entre las dos manos”. Las autoridades prometen esclarecer a fondo el caso, mientras el jefe de la policía de Italia, Antonio Manganelli, aseguró que los agentes asumirán su responsabilidad.