Italia: populistas al poder, por ahora

Este miércoles (23.5.2018), el jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella, recibió en el Palacio del Quirinal a Giuseppe Conte, un profesor de Derecho completamente desconocido para sus compatriotas hasta hacía apenas 48 horas. Dos horas más tarde, Conte abandonó la residencia presidencial convertido en el nuevo primer ministro del país. Frente al edificio lo esperaban unos pocos simpatizantes del partido de protesta Cinco Estrellas y del ultraderechista Liga Norte, las formaciones que se aliaron para tomar las riendas del Ejecutivo.

"Aquí se hace historia”, dijo entusiasta el líder de Cinco Estrellas, Luigi Di Malo, acotando que la coalición de Gobierno populista "trabajará para la gente”. El propio Conte tomó la palabra brevemente para jurar que actuaría como "el abogado de todos los italianos” y que tanto la Constitución nacional como los compromisos del país con la Unión Europea serían respetados. Pero cabe intuir que eso no le impedirá intentar satisfacer las demandas hechas por los partidos que lo eligieron como timonel del Ejecutivo.

Jefe de Gobierno sin poder

Conte no pertenece ni a las filas de Cinco Estrellas ni a las de Liga Norte; él es apenas la encarnación del compromiso al que llegaron ambas formaciones para que sus dirigentes no se querellaran por el cargo más codiciado. Matteo Salvini, el "hombre fuerte” de Liga Norte, dejó claro, eso sí, que Conte bailaría al ritmo prescrito para la coalición de Gobierno. "Él es independiente, pero él también sabe que somos nosotros quienes constituimos la mayoría en el Parlamento”, comentó Salvini sobre el flamante primer ministro.

El margen de maniobra de Conte lo determinan los votos de los populistas en ambas cámaras legislativas. Allí, el debutante y sus ministros serán sometidos a un voto de confianza la semana que viene. Se da por sentado que pasará la prueba porque los jefes de Cinco Estrellas y de Liga Norte aspiran a hacerse cargo de los Ministerios de Interiores y Economía, respectivamente. No obstante, analistas creen imposible que esta constelación –elegida por más de la mitad de los italianos– cumpla sus promesas.

Bajo el lema "¡Italia primero!”, Cinco Estrellas y Liga Norte se comprometieron a implementar una reforma tributaria incisiva, a reducir la edad mínima necesaria para jubilarse, a introducir un ingreso básico para personas en paro forzoso, a deportar a hasta medio millón de refugiados y a renegociar tratados europeos, sin dejarse ningunear por Bruselas, de tal forma que éstos beneficien a Italia. Por otra parte, insistieron en que no se sobrepasaría el límite del déficit fiscal; pero, ¿cómo lograrlo con todo lo que se han propuesto?

Apuestas en contra

La Comisión Europea cuenta con que en Roma se harán más reformas con miras a ahorrar alrededor de 10.000 millones de euros y el nuevo Gobierno lo que tiene en mente es gastar 100.000 millones de euros en los próximos años. Las deudas de la nación mediterránea ascienden a 2,3 billones de euros y si esa cifra no se reduce, Bruselas iniciará un proceso sancionatorio formal contra el Estado italiano. El empresariado local le ha pedido prudencia al nuevo Ejecutivo para no "asustar” a los mercados financieros internacionales.

Se teme que la advertencia sobre la posibilidad de una nueva crisis fiscal haya caído en oídos sordos porque la persona que Liga Norte nominó para el cargo de ministro de Finanzas –Paolo Davone, un profesor de Econoía de 81 años– es un acérrimo enemigo de la moneda comunitaria, el euro. Davone puede terminar creando mucha incomodidad en las próximas reuniones del Eurogrupo en Bruselas. Frente a este escenario, los expertos recomiendan paciencia y nervios de acero; algunos de ellos dudan que este Gobierno pueda durar.

La jurista Silvia Francescon, jefa del Consejo Europeo para las Relaciones Exteriores, alerta que críticas apresuradas provenientes de Bruselas, Berlín o París serían contraproducentes. Y el historiador Giovanni Orsina, de la Universidad Internacional Libre de Estudios Sociales Guido Carli, con sede en Roma, da por sentado que fracasarán los esfuerzos por llevar a cabo lo que estipuló el contrato de alanza de Cinco Estrellas y Liga Norte porque estos partidos son demasiado diferentes. "Su cooperación no será muy longeva”, dice.

Francescon es más específica: ella augura nuevas elecciones en el lapso de un año. Y considerando que el de Giuseppe Conte es el Gobierno número 65 en Italia en los setenta y tres años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial, es probable que Francescon tenga razón.

Bernd Riegert (ERC/EL)