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Italia posterga hasta enero aprobación de ley del “Ius soli”

23 de diciembre de 2017

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Kopie eines italienischen Passes
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Benvenuti

El examen de la controvertida ley que introduce el "Ius soli", por el que los niños nacidos en Italia de padres extranjeros podrían conseguir la nacionalidad, se aplazó este sábado (23.12.2017) a enero, por lo que definitivamente no se aprobará ya que la legislatura probablemente concluirá a finales de año.

A pesar de que el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, había garantizado que se empeñaría en su aprobación porque era una "obligación moral", el temor a que esta ley que divide a los italianos tenga repercusión en las urnas ha hecho que su aprobación siempre se haya prorrogado.

El presidente del Senado, Pietro Grasso, aplazó el examen al constatar que faltaba el número legal para comenzar la discusión. De esta manera concluye la posibilidad de que se apruebe la ley, ya que está previsto que la semana que viene se disuelva el Parlamento y se dé por finalizada la legislatura ante las elecciones de principios de marzo.

El proyecto de ley para introducir el "Ius soli" (derecho de suelo) fue presentado por el Partido Demócrata de Matteo Renzi para conceder la nacionalidad a cerca de 800.000 niños nacidos en el país de padres extranjeros y que no pueden tener la nacionalidad ya que en Italia existe el "Ius sanguinis" (derecho de sangre), por lo que un niño es italiano solo si al menos uno de los progenitores lo es.

La ley, que fue aprobada en la Cámara de los Diputados en 2015, preveía que para que los nacidos en el país obtengan la nacionalidad italiana es necesario que uno de los dos padres tenga un permiso de residencia indefinido.

Además, el proyecto de ley introducía la llamada "Ius culturae" (derecho cultural) que da la posibilidad de conseguir la nacionalidad italiana a los niños extranjeros menores de 12 años y que han ido al colegio durante al menos cinco años consecutivos. Para los niños que han llegado a Italia después de los 12 años, la norma preveía que se hayan acumulado seis años de residencia en el país y la asistencia al menos a un ciclo escolar.

Pero mientras que en la Cámara de los Diputados el Partido Demócrata (PD) tiene mayoría, en el Senado tiene que contar con los votos de sus aliados en la coalición gubernamental, quienes dejaron claro que no votarían la ley. (EFE)