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Jefe de inteligencia alemana aboga por labor centralizada

6 de enero de 2017

El jefe del servicio de seguridad interior de Alemania, Hans-Georg Maassen, abogó por una coordinación más centralizada de los servicios de inteligencia del país, actualmente repartidos entre los estados federados.

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Imagen: picture-alliance/dpa/K.Nietfeld

"No soy político y no me gustaría expresar mi opinión sobre las demandas que hacen los políticos, pero como experto puedo decir que un mayor control puede llevar a una mayor seguridad", dijo este viernes (6.01.2016) el presidente de la llamada Oficina Federal para la Protección de la Constitución (Bundesverfassungsschutz).

Maasen efectuó estas declaraciones un día después de que el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, plantease la necesidad de centralizar más los servicios de inteligencia como consecuencia del atentado perpetrado en Berlín por un islamista que había sido observado durante un tiempo por los servicios.

"Necesitamos coordinación central y creo que esa es la propuesta del ministro De Maizière, que la protección de la Constitución (la seguridad interior) esté dirigida a nivel federal", señaló.

18 servicios de inteligencia interior independientes

"Es un hecho único que un país como Alemania disponga de 18 servicios de inteligencia interior independientes, 16 de los estados federados, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución y el Servicio de Contra-Inteligencia Militar (conocido en alemán por las siglas MAD), todas sin un control central", explicó.

De Maizière cuestionó la eficacia del sistema actual en vista de la creciente amenaza de ataques terroristas como el que cometió el tunecino Anis Amri al arrollar con un camión un mercado navideño en Berlín y matar a doce personas. La milicia terrorista Estado Islámico reclamó la autoría del atentado.

La propuesta de De Maizière de traspasar ciertas competencias de los "Länder" al Estado federal ha provocado el inmediato rechazo de los estados federados alemanes, que controlan en su territorio la educación, la seguridad y la salud.

Tras el atentado del 19 de diciembre en Berlín arreciaron las críticas a las autoridades de seguridad alemanas. El terrorista Amri fue vigilado durante meses en distintas partes del país y se le conocían 14 identidades diferentes, pero aún así se puso fin a la vigilancia por falta de pruebas.

Las autoridades marroquíes advirtieron en dos ocasiones a las alemanas de que Amri planeaba un atentado, pero aún así, los alemanes le perdieron el rastro. (dpa, efe)