Jimmy Morales arrasa en las elecciones de Guatemala
26 de octubre de 2015Las encuestas lo adelantaron y la realidad lo confirmó: escrutado el 96,62 por ciento de las mesas en Guatemala, el triunfo del candidato presidencial del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), Jimmy Morales, parece más que claro. El 68,52 por ciento de los votos marcaban el nombre del candidato presidencial que supone la representación de la ciudadanía harta con los escándalos políticos y la corrupción que afecta al país.
Muy atrás queda la ex primera dama Sandra Torres, de la Unidad Nacional por la Esperanza (UNE), que suma el 31,48 por ciento de las preferencias. La afluencia de votantes fue menor que en la primera vuelta, quizás en parte porque los sondeos marcaban la clara preferencia por el licenciado en Administración de Empresas de 46 años, conocido por participar en programas de televisión realizando parodias humorísticas.
Lo que se suponía era su peor enemigo se terminó convirtiendo en la mejor arma de Morales: sus opositores reiteraron que su nula experiencia política era un asunto preocupante. Sin embargo, los electores, que acudieron a unas elecciones marcadas por la tranquilidad, parecen preferir eso y marcar un cambio radical en la conducción del país. Ni siquiera sus vínculos con el Ejército ni su marcado perfil conservador hicieron mella en la adhesión ciudadana.
“No tiene programa”
En sus primeras declaraciones tras conocerse su triunfo, Morales dijo haber recibido "un mandado, el mandato del pueblo es luchar contra la corrupción que nos ha carcomido". Agregó que "me esforzaré con todo mi corazón y con todas mis fuerzas para no defruadarles con ese voto que me hizo presidente".
Pese a que su programa de apenas seis páginas ha despertado escepticismo, Morales supo conquistar al electorado con discursos plagados de parábolas bíblicas y chistes populares que entremezclaba con su historia de niño humilde que pasó de vender plátanos en un mercado a tener su productora de televisión. “No tiene programa y no tiene equipo”, dijo Hugo Novales, analista político en la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES). “Pero el descontento es tan grande que esos elementos no son una prioridad para el votante medio”, agregó.
Con su lema “ni corrupto ni ladrón”, Morales pasó de ser prácticamente un desconocido a encarnar la frustración de millones después de una serie de investigaciones que llevaron a la dimisión y arresto del expresidente Otto Pérez Molina en septiembre, acusado de dirigir una millonaria estafa aduanera. “(Morales) es un candidato limpio, se supone que honesto, tal vez con un poquito de falta de política” dijo Rodolfo Mancilla, un médico de 64 años en la capital guatemalteca, reflejando lo que sienten los ciudadanos sobre el presente político del país.
DZC (EFE, Reuters, dpa)