Joe Biden, un presidente con empatía y espíritu de equipo
20 de enero de 2021Desde que comenzó la pandemia de coronavirus, Joe Biden ha hablado muchas veces públicamente a la gente en Estados Unidos. Se ha tomado tiempo varias veces para expresar sus condolencias. Más de 225.000 personas han muerto a causa del COVID-19 en el país.
"Mi corazón está con cada persona que ha tenido que soportar la agonía de decir adiós por videollamada a alguien que amaba y adoraba, que no pudo reunir a sus amigos más cercanos, ni siquiera a su familia cercana, para llorar juntos en una misa o servicio funerario", dijo a fines de octubre, al abordar la crisis del coronavirus en su ciudad natal de Wilmington, Delaware.
Durante la campaña presidencial, Biden difundió un mensaje que contrastaba con el del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El propio Trump sufrió el COVID-19 y dijo en una rueda de prensa, tras su regreso a la Casa Blanca, que nadie debería ser "controlado" por la enfermedad y que no era necesario “temerle”.
Joe Biden, por otro lado, alienta continuamente a las personas a usar una máscara, mantener la distancia y tomar el peligro en serio. Además, no tiene miedo de compartir el dolor con extraños.
Marcado por la tragedia
Biden sabe lo que se siente al perder a un cónyuge, o al enterrar a un hijo. Ya estuvo a punto de poner fin a su carrera política no solo una vez, sino incluso dos veces, por esa razón.
La primera vez fue en el invierno de 1972, cuando tenía 29 años y había decidido desafiar al republicano J. Caleb Boggs, quien había servido durante doce años en el Senado de Estados Unidos por Delaware. Aunque el presupuesto de su campaña era mínimo y los miembros de la familia tuvieron que ayudar en la contienda, Biden ganó las elecciones en noviembre.
Unas semanas después, sucedió una tragedia que lo cambió para siempre a sus escasos 30 años: su esposa Neilia y su hija de un año Naomi murieron en un accidente automovilístico. Sus hijos Beau y Hunter resultaron gravemente heridos.
En principio, Biden ya no quería ocupar su cargo tras semejante tragedia, pero se dejó persuadir. Prestó juramento para el cargo en el hospital, donde yacían sus hijos. Como joven senador, tuvo entonces que conmutar entre Wilmington y Washington, D.C. en tren. Su hermana Valerie se mudó con la familia para ayudarlo con los niños. Y se quedó hasta que Biden se casó con su actual esposa, Jill Jacobs, en 1977, con quien tiene una hija, Ashley. Pero, décadas más tarde, el destino volvería a golpearlo con fuerza.
Sistema de salud: una preocupación personal
En 2015, Biden se desempeñó como vicepresidente y trabajó con el entonces presidente Barack Obama para aprobar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, que garantizaba la atención médica para millones de familias de bajos ingresos. Mientras Biden intentaba asegurar la atención básica para otras personas, su hijo mayor, Beau, murió de un tumor cerebral.
Joe Biden, que estaba a punto de postularse para presidente en las elecciones de 2016, optó por estar con su familia. Unos días antes del final de su mandato como vicepresidente, Obama le entregó a Biden la Medalla de la Libertad del Presidente. "Conocer a Joe Biden es conocer el amor sin pretensiones, el servicio sin egoísmo y cómo vivir la vida plenamente", dijo Obama en ese momento.
Es tiempo de un "Slow Joe"
No sorprendió que los demócratas terminaran eligiendo a Biden como su candidato presidencial, en lugar de uno de los contendientes más jóvenes o no blancos, dice Mitchell S. McKinney, profesor de la Universidad de Missouri cuya investigación se centra en los debates y la retórica presidencial: "Es el momento", dice. "Se trata del contexto. De lo que estamos enfrentando y con lo que estamos lidiando como nación".
McKinney ve en Biden al "político razonable y firme, reconfortante, sensible", exactamente lo contrario de Trump, a quien le gustaba llamar a su oponente "Slow Joe".
La victoria de Biden en las elecciones es una clara "señal de qué tipo de liderazgo anhela la nación", opina McKinney. "Hemos hecho un movimiento pendular, de este presidente poco ortodoxo y nada presidencial, a uno que es la quintaesencia de Washington".
Biden es conocido por trabajar bien con gente que puede no estar de acuerdo con él. "Es un hombre del Congreso, ha sido parte de él durante mucho tiempo y se lleva bien con todos", dice a DW el politólogo Bruce Buchanan.
"Es difícil encontrar a alguien en Washington a quien realmente no le guste Joe Biden. Se dice que ha trabajado muy bien con los republicanos en el Congreso durante años, que no es un ideólogo y es un tipo muy agradable y amistoso", agrega Buchanan, profesor de Gobierno en la Universidad de Texas, en Austin.
Algunos senadores republicanos habían señalado antes de las elecciones que estarían abiertos a trabajar con Biden si se convertía en presidente. Pero, tras su victoria electoral, los dramáticos eventos que se desarrollaron antes de su investidura ilustraron, una vez más, cuán dividido está realmente Estados Unidos. El asalto al Capitolio el pasado 6 de enero y el posterior segundo juicio político histórico a Donald Trump, por incitar a una insurrección, muestran que los primeros días de Biden en el cargo serán cualquier cosa menos un paseo.
Las ideas progresistas podrían quedar en el camino
Dependiendo del tema que aborde Biden como presidente, podría verse en aprietos, conminado a elegir entre hallar un compromiso con los republicanos y complacer al ala más progresista de los demócratas. Aunque nunca apoyó oficialmente el Green New Deal o Nuevo Pacto Verde, sus planes para abordar la crisis climática sonaban muy similares.
Kamala Harris, quien se desempeñará como vicepresidenta, ha respaldado el New Green Deal, un paquete legislativo propuesto por varios diputados, con el que se pide al Congreso que trabaje hacia una economía libre de carbono durante la próxima década, al mismo tiempo que se promueve el reciclaje laboral y la justicia social y ambiental.
El analista político Buchanan cree que si Biden "presiona con fuerza sobre algo como el cambio climático o el activismo ambiental, se encontrará con vientos en contra". Pero, por otro lado, agrega, Biden es un "político pragmático".
(rml/cp)