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"Juegos Olímpicos no fueron estériles y sin espíritu"

Jens Olesen / jov25 de agosto de 2008

La comisión de la Olimpiada a China fue correcta, dijo a DW-WORLD el ministro alemán del Interior y el Deporte, Wolfgang Schäuble. Pekín unió al mundo en un evento deportivo, más allá de las fronteras políticas.

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El ministro alemán del Interior y el Deporte, Wolfgang Schäuble, en Pekín.Imagen: picture-alliance/Sascha Baumann

DW-WORLD.DE: ¿Cómo vivió los Juegos Olímpicos en Pekín?

Wolfgang Schäuble: A alguien que le fascine el deporte, siempre le fascinarán los Juegos Olímpicos. Fueron competencias fantásticas; una organización maravillosa; una atmósfera de hermandad.

Los chinos son un pueblo de anfitriones muy atentos y queridos. Se trató de competencias muy diversas y a un increíble alto nivel.

Como admirador del deporte se disfrutan. Pero también se sufren cuando los atletas de su propio país son derrotados. Se me viene a la memoria la descalificación del equipo femenino alemán de hockey que perdió en la semifinal frente a las chinas.

Pero también la alegría es grande cuando salen victoriosos, como piragüista Lena Schöneborn o la atleta alemana que logró la medalla de oro en pentatlón.

¿Sigue creyendo que fue correcto concederle los Juegos Olímpicos a China?

Hay que considerar primero que quienes le comisionaron la Olimpiada a China sabían lo que estaban haciendo. El movimiento olímpico es universal, por eso las personas de las más diversas convicciones políticas deben hacer parte de él. Ese siempre ha sido el ideal de los Juegos, desde los tiempos en los que fueron creados, en la Grecia de la Antigüedad. Pero el movimiento político no ha podido acabar con las guerras del mundo.

Por lo menos, durante los Juegos debe reinar la paz. Y es que lo que pretende el movimiento olímpico moderno es reunir a la juventud del mundo en justas deportivas, independientes de toda diferencia política, religiosa, económica o social.

No podemos esperar que en otras partes del mundo reinen las condiciones políticas que en Alemania consideramos las correctas. Por lo demás hay que saber también que otras personas no están obligadas a considerar todo como ideal, sólo porque en Alemania se piensa así.

Desde un principio fue irracional esperar que los Juegos Olímpicos fueran hacer de China una democracia de corte europeo.

Muchos dicen que los Juegos fueron sólo fachada, estériles y sin espíritu. ¿Comparte Vd. esa impresión?

No. En absoluto. Eso sólo lo pueden escribir personas que no estuvieron allí. Yo mismo pude ver en una partida de tenis de mesa como todo el público respaldaba alborozado a un nigeriano.

Los chinos le reconocían los méritos a este deportista como el primer africano que ha logrado avanzar hasta las finales. Y aunque el africano perdió, esa fue una maravillosa demostración del espíritu deportivo que allí reinó. Quien habla de falta de espíritu no estuvo en los Juegos Olímpicos de Pekín.