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Kenia: “Está en marcha un proceso de internacionalización del conflicto”

Philipp Sandner/ CP23 de septiembre de 2013

La milicia somalí Al Shabab se atribuyó el atentado a un supermercado en Nairobi. La estabilidad de toda la región se ve amenazada, opina Guido Steinberg, de la Fundación Ciencia y Política, de Berlín.

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Imagen: CARL DE SOUZA/AFP/Getty Images

Deutsche Welle: Sr. Steinberg, el grupo Al Shabab se atribuyó el ataque a un supermercado en el oeste de Nairobi. ¿Cuál es el objetivo de los atentados?

Guido Steinberg: Todavía no sabemos exactamente quién está detrás de los atentados. Parecería ser que se trata de activistas del entorno de Al Shabab, de Somalia, país vecino de Kenia. De eso se puede deducir, a rasgos generales, que lo que quieren es obligar al Estado keniano a que retire sus tropas del país vecino y a que termine con la represión a Al Shabab en Kenia. Kenia practica desde 2006 una política cada vez más severa contra los militantes islamistas y es, desde 2011, una de las partes en conflicto en la guerra en Somalia. En octubre de 2011, tropas kenianas entraron a ese país, junto con las tropas de paz de la Unión Africana que estaban estacionadas allí desde hacía mucho tiempo. Desde entonces, Al Shabab ha sufrido serias derrotas.

¿Se eligió ese lugar para enviar un llamado de atención al mundo?

Seguramente. Si hubieran atacado un supermercado en el que la mayoría de los clientes eran kenianos, ya eso hubiera llamado mucho la atención. Pero si se mata a ciudadanos de países occidentales, si incluso hay un vínculo con Israel, se puede dar por seguro que se está atrayendo la atención de la comunidad internacional. Esa es la naturaleza del terrorismo islamista. Probablemente también haya una orientación antioccidental en todo esto. Hay que esperar hasta averiguar en qué medida Al Shabab tuvo socios para llevar a cabo el atentado que, tal vez, estén estrechamente relacionados con Al Qaeda.

Este no es el primer atentado en Kenia, pero el peor desde 1998. ¿Qué significa para la seguridad de África del Este? ¿Se está exportando el conflicto somalí?

Sí, el ataque es un claro indicio de que el conflicto somalí se está desplazando cada vez más hacia los países vecinos. Tuvimos una primera señal de esta evolución en los atentados durante el Mundial de Fútbol 2010 a un club de rugby y a un restaurante etíope en Kampala, la capital de Uganda. En ese momento el motivo de Al Shabab era muy similar. Se trataba de presionar a que las tropas ugandesas, que ya entonces participaban activamente en las tropas de paz de la Unión Africana. Ahora tenemos un proceder similar en Kenia y, en cierto modo, esta escalada de violencia terrorista era de esperarse.

¿Por qué?

Por un lado, porque el conflicto en Somalia se está extendiendo a Kenia. Hay un gran número de refugiados somalíes que ya están en Kenia, y se observa una creciente radicalización islámica a la que el Gobierno keniano ha respondido con una represión brutal dentro del país y con una eficaz intervención militar en el país vecino. Tales acciones conducen, por lo general, a que grupos militantes –en este caso, Al Shabab- busquen otras alternativas para continuar su lucha. Casi siempre lo hacen a través de métodos terroristas, como ya sucedió en otras regiones de conflicto. Estamos frente a un claro proceso de internalización que se está manifestando en Kenia.

Cabe preguntarse de dónde obtienen apoyo los islamistas en Kenia y en toda la región.

Hay que diferenciar entre las causas locales y las que van más allá. En Kenia, Al Shabab cuenta con una gran cantidad de adeptos. Hay una escena islamista clandestina importante que se aprovecha de que partes de la población musulmana, en especial la de las zonas costeras, no tanto de África, sino mucho más del mundo árabe, se sienten parte de esa comunidad religiosa, y también de que en Kenia ya hay una crisis de identidad. A eso se suma que el Gobierno reacciona exclusivamente con medidas represivas a la creciente radicalización. Y también se debe tener en cuenta la magnitud del conflicto en Somalia.

¿Es decir que no se prevé un final del conflicto somalí?

Algunos observadores creyeron que, al tranquilizarse la situación a nivel militar en Somalia en 2011, y al estabilizarse el Gobierno en 2012, se produciría un debilitamiento de Al Shabab que llevaría a que el panorama se tranquilizara. Pero eso es algo que generalmente no se puede esperar si aún hay conflictos religiosos, sociales, culturales y políticos que no han sido resueltos. Por lo general, tales acciones conducen a que grupos como Al Shabab busquen otras posibilidades para continuar la lucha. En Somalia, sus probabilidades no son muy buenas que digamos, están a la defensiva y perdieron el control en las grandes ciudades, como Kismayo, en el suroeste del país. Por eso ahora tratan de combatir a sus enemigos con todos los medios de los que disponen, algo que podría producir una desestabilización aún más grave de toda la región.