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Kirchner y el rescate de Argentina

Steffen Leidel10 de abril de 2005

El presidente argentino, Néstor Kirchner, se apresta a visitar Alemania. Si bien la economía de su país comienza a salir de la crisis, el balance de empresarios germanos que operan allí no es sólo positivo.

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El presidente argentino ha superado todas las expectativas.Imagen: dpa

Hasta George W. Bush ya lo ha felicitado. Argentina vuelve a repuntar y Néstor Kirchner se encuentra más firme en el sillón presidencial de lo que muchos vaticinaban. Los indicadores económicos marcan nuevamente hacia arriba y el crecimiento del 9% registrado el año pasado superó incluso las previsiones del Ministerio de Economía.

Desde la perspectiva de muchos argentinos, Kirchner también logró un éxito fundamental para el país en el polémico tema del canje de la deuda. El presidente, a quien no suelen importarle demasiado las formalidades, se mostró especialmente duro en las negociaciones con los acreedores internacionales. Finalmente Argentina impuso su oferta, criticada por numerosos inversionistas de Alemania, Italia y Japón como una forma de "expropiación" o simplemente un "robo". Dos tercios de los inversionistas terminaron por aceptar cambiar sus bonos por nuevos títulos, resignándose a perder hasta un 75% del valor nominal.

Los méritos de Kirchner

Tras los años de crisis, en Argentina cunde otra vez el optimismo, pese a que cerca del 40% de la población vive en la pobreza. ¿Cuáles son los méritos de la política económica del gobierno? Las opiniones están divididas, también entre los empresarios alemanes. En opinión del jefe de Volkswagen de Argentina, Viktor Klima, Kirchner "superó positivamente" las expectativas. El ex canciller austriaco, que se siente visiblemente a gusto en ese país Argentina, subraya que los escenarios negativos pintados por muchos expertos no se hicieron realidad.

Klima destaca que Kirchner ha actuado con credibilidad contra el mal de fondo que aqueja al país: la corrupción. "Puede que algunos lo llamen populismo, pero Kirchner encontró un lenguaje que también transmite a la población más pobre al menos la sensación de que el gobierno hace algo por la paz social", indica. Al mismo tiempo, hace notar que el presidente se ha revelado como una figura pragmática en materia de política fiscal, presentando un presupuesto más bien "conservador" y no uno "revolucionario de izquierda". Volkswagen, que con sus 2.700 trabajadores es el principal empleador del ramo, se propone por lo pronto volver a invertir más en Argentina, al igual que otras empresas automotrices.

Falta de concepto

No tan buena es la opinión que tiene de Kirchner el jefe de Deutz Agco Motores, Winfried Wurster. "La economía funciona a pesar de la política", sostiene. A su juicio, la recuperación económica no es mérito del gobierno. El empresario germano señala que Argentina -uno de los principales exportadores de soja y carne vacuna a nivel mundial- se ha beneficiado de los fuertes impulsos del sector agrícola, lo cual, a su vez, ha redundado positivamente en la imagen del presidente. Además, para empresas orientadas hacia la exportación, como Deutz, ha sido provechosa la devaluación del peso. "En tiempos de la paridad cambiaria con el dólar no valía la pena producir en Argentina", afirma Wurster y agrega: "Todo se importaba, absurdamente incluso bienes agrícolas. Nuestra empresa estaba en el suelo a fines del 2001. Sólo pude mantener a 27 empleados durante la crisis". Entretanto ha vuelto a dar empleo a 70 personas, que fabrican 2000 motores al año, con tendencia ascendente.

Otros hombres de negocios también creen que Kirchner simplemente se benefició del marco económico mundial conveniente para Argentina, debido, por ejemplo, el aumento de precios de las materias primas. "Argentina es un país enormemente rico. Dispone de todos los recursos: riqueza agropecuaria, minería, una población con buen nivel de educación en comparación con otros países latinoamericanos. Si el país es administrado en forma medianamente sensata, ofrece todas las oportunidades que uno pueda imaginar", afirma Karl Ostenrieder, quien vive hace 42 años en Argentina, donde dirigió por dos décadas el Deutsche Bank y luego se desempeñó en una consultora empresarial. Ostenrieder reprocha a Kirchner un estilo de gobierno autoritario y le critica no tener "siquiera un concepto a mediano plazo". No obstante, la mayoría de los observadores políticos cuenta con que el justicialista Kirchner tendrá buenas posibilidades de resultar reelecto en los próximos comicios presidenciales.