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La afición calienta el ambiente en Múnich

Daniel Martínez22 de febrero de 2016

Bayern llega a disputar los octavos de final de la Champions League, contra la Juventus de Turín, cargando la crítica de sus barras bravas, que recientemente la han emprendido contra el club y su entrenador.

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Las barras bravas del Bayern Múnich exhiben una polémica pancarta en la que se habla de "Pep".
Las barras bravas del Bayern Múnich exhiben una polémica pancarta en la que se habla de "Pep".Imagen: picture-alliance/dpa/F.Hoermann

El sector más tradicional y emotivo de la afición del Bayern no pierde ninguna oportunidad de expresar su opinión a través de pancartas que exhibe en el estadio. Sus posiciones, que usualmente acarrean encendidas polémicas, censuran con frecuencia las políticas del club más importante de Alemania, o dejan de manifiesto el estado de ánimo de los hinchas frente a los miembros de las directivas y el equipo.

En su más reciente intervención, el pasado fin de semana, las barras bravas mataron dos pájaros de un solo tiro. Por un lado arremetieron indirectamente contra Pep Guardiola, diciéndole que nunca fue uno de ellos, al mismo tiempo que se sacaron una “espina” que llevaban clavada desde el partido de ida en Darmstadt.

Los dos Pep

En septiembre pasado un sector de la afición del Darmstadt exhibió durante la visita del Bayern a su estadio una pancarta en la que se leía “Nuestra hierba es mejor que su Pep”. En este caso se hacía una alusión al nombre que en el mundo de las drogas se le da a una anfetamina supuestamente muy popular en Múnich.

El fin de semana pasado, cuando el Darmstadt visitó al Bayern, las barras bravas del club muniqués respondieron en el Allianz Arena con un mensaje lleno de doble sentido: “Pep nunca fue uno de nosotros”. La interpretación es de libre albedrio pues el texto se puede entender como una alusión a la anfetamina, o el repudio manifiesto al entrenador del Bayern. O ambas.

El diario TZ de Múnich explicó que “si la afición hubiera querido evitar confusiones, pudo haber escogido otras palabras”, y por ello considera que el mensaje describe también la ruptura que existe entre el entrenador y la afición bávara, resentida por la forma como Guardiola le dio la espalda al club, y en vez de renovar su contrato en Múnich escogió con más cabeza fría que corazón marcharse al fútbol inglés a partir de la próxima temporada.

Tensiones pre Champions

La afición bávara ha apretado nuevamente la tuerca en su relación con el club. En los octavos de final de la Champions League contra Juventus de Turín, el Bayern se juega a partir de este martes (23.02.2016) acercarse a la máxima meta de la temporada. En momentos tan críticos para el equipo, y en especial para el balance que dejará Pep Guardiola al despedirse de Múnich, las barras bravas asumen una posición de distancia.

La pancarta sobre Pep no es la única que los hinchas han exhibido en los últimos días causando polémica. Las barras bravas también reaccionaron recientemente con una airada crítica al contrato comercial firmado entre el Bayern y el aeropuerto de Doha en Catar. “¿Dinero > Derechos Humanos? ¿Capital > Moral? Ojos abiertos al escoger a los patrocinadores”.

Sin embargo no han sido pocas las ocasiones en las que se le ha ido la mano con sus acciones a las barras bravas del Bayern. Así como hace poco apoyaron al nuevamente lesionado defensa central Holgar Badstuber con un mensaje en el que se leía “Sigue adelante. No te rindas nunca”, también fueron los primeros que se opusieron a la contratación de Manuel Neuer, actualmente el mejor portero del mundo. Con su “Ningún Neuer”, rechazaron el fichaje del que fuera en ese entonces el portero del Schalke, y, además, en su momento embistieron públicamente al presidente del club con un aviso que decía: “¡Hoeneß mentiroso!”.

Hace un par de temporadas las mismas barras bravas se oponían a la llegada del arquero Manuel Neuer al Bayern.
Hace un par de temporadas las mismas barras bravas se oponían a la llegada del arquero Manuel Neuer al Bayern.Imagen: picture-alliance/Sven Simon

La reconciliación definitiva entre el Bayern y su afición podría empezar en Turín. Con un triunfo contra la Juventus, si el equipo se acerca a la final de la Champions League, los ánimos de los hinchas se calmarían, y aquellos a quienes hoy se crítica mañana serían ídolos. Manuel Neuer conoce esta situación, al igual que su colega Arjen Robben, a quien una vez el estadio Allianz Arena silbó sin misericordia para meses más tarde rendirse a sus pies.