La Argentina empresarial: de crecimiento e intervencionismos
25 de octubre de 2007Publicidad
La economía argentina crece en numerosos sectores. Las exportaciones alemanas clásicas tienen en ese marco buenas posibilidades. Los sectores de mayor crecimiento son las de la construcción y la agroindustria. Y sobre todo en el sector energético se cuenta con una gran demanda en el futuro próximo. Pero un creciente intervencionismo del Gobierno en los mercados distorsionan una y otra vez las posibilidades de crecimiento y consecuentemente, las de inversión, dice la Central Alemana de Información sobre Comercio Exterior (BFAI).
De 2003 a 2006, el BIP argentino ha aumentado a una tasa promedio de aproximadamente 9 % por año. Pero teniendo en cuenta los años de crisis (1999-2002), el balace es bastante más magro: un 2 % en promedio de 1999 a 2006, lo que hace de Argentina el vagón de cola en América Latina.
En otras palabras, el país tiene aún mucho terreno perdido que recuperar. Hasta ahora, el crecimiento ha sido a alta velocidad. Para el 2007 se pronostican entre un 7 % y un 8 %. Pero a partir de 2008 se cuenta con una ralentización (5 %) y a mediano plazo, con un crecimiento anual del 3 % al 4 %.
Con constantes compras de divisas, el Gobierno mantiene bajo el valor externo del peso, lo que abarata las exportaciones. No obstante, el crecimiento es impulsado sobre todo por la demanda interna, mientras que las exportaciones crecen moderadamente. Las que crecen son las importaciones: un previsto 15 % en 2007, el doble del crecimiento del BIP, lo que es un dato importante para los países que exportan a Argentina, por ejemplo Alemania.
Casi todos los sectores económicos argentinos crecen. Pero las ganancias por sector son muy disímiles. Ello se debe al intervencionismo del Gobierno, que con una decisión política puede hacer añicos las expectativas de rentabilidad de un sector y aumentar enormemente los de otro, dice el BFAI.
Intervenciones en los mercados
Las exportaciones de carne, por ejemplo, fueron suspendidas temporalmente por decreto en 2006, para abaratar el producto en el mercado interno. Ello afectó los negocios de los criadores de ganado y de los exportadores, mientras que el comercio interno registró un marcado aumento de sus márgenes de ganancias. Al final, la producción de carne disminuyó en el país un 3,5 % en el 2006.
Otro ejemplo es el de la industria textil, que crece como efecto de la protección de facto que le brinda el Gobierno a través del bajo tipo de cambio. No obstante, a largo plazo seguramente no podrá competir con los productos baratos provenientes de Asia. Las capacidades quedarían entonces obsoletas y a las inversiones se las llevaría el viento.
También en el sector energético se registran distorsiones. Los precios de la electricidad y el gas se hallan prácticamente congelados desde hace años. La consecuencia: la demanda aumentó marcadamente, pero las capacidades no fueron ampliadas al mismo ritmo, debido que a las empresas energéticas no les vale la pena invertir, debido a los magros márgenes de ganancias. Expertos temen incluso que se produzca a mediano plazo una crisis energética.
Ello podría ser impedido por algunas inversiones en nuevas plantas energéticas en 2007. Dos plantas de gas y una de vapor con una capacidad total de 1.600 MW son construidas por la empresa alemana Siemens junto con socios locales. No obstante, el BFAI cuenta con que la electricidad se vuelva en un futuro próximo escasa o cara... y probablemente ambas cosas.
Lea en la segunda parte sobre el crecimiento en sectores claves.
La energía: sector clave
Ello llevará a que medidas para un aumento de la eficiencia energética a nivel empresarial vuelvan a valer nuevamente la pena. Hasta ahora, la energía se dilapida considerablemente, ya que poco cuesta. Para prepararse para la posible crisis, muchas empresas compran generadores: otro mercado interesante. Otro sector que probablemente crecerá próximamente es el de las energías renovables. Argentina posee un gran potencial eólico, prácticamente inutilizado. En la Argentina, la generación de corriente eólica no llega a 30 MW. En Alemania, por ejemplo, a partir del viento se generan 22.000 MW de energía. Un verdadero auge se espera en el sector del biodiésel, sobre todo sobre la base de soja. Argentina podría transformarse en un productor de biodiésel líder mundial. Más de media docena de empresas han anunciado inversiones en plantas de biocombustible, por un monto total de casi 300 millones de dólares. También el sector de la construcción crece aceleradamente, respondiendo a una gran demanda de oficinas, viviendas y también hoteles, como consecuencia del crecimiento del sector turístico. En cuanto a la construcción de plantas industriales coadyuvan al crecimiento las plantas energéticas, proyectos de minería y el planeado tendido de un gasoducto de Bolivia a Argentina. Otro sector interesante para las empresas es el de la producción de maquinaria. Hasta ahora, Argentina importa casi todas las máquinas que necesita. La importación de maquinaria y equipos aumentó un 22 % en el 2006, alcanzando a casi 5.000 millones de dólares. Ello abre también chances tanto para los exportadores a la Argentina como a empresas que quieran producir localmente. Particularmente grandes son las necesidades de nueva maquinaria en la industria petrolera, la del papel, las industrias textil, alimentaria, química y metalúrgica. En la industria del automóvil, por el contrario, aún hay capacidades ociosas, si bien existen necesidades de modernización. También el sector agrícola registra un aumento de la demanda de maquinaria. No puede extrañar, ya que la cosecha de cereales y oleaginosas alcanzó en 2007 el volumen récord de 90 millones de toneladas. También la producción industrial de alimentos y bebidas aumenta, por ejemplo un 7 % en el 2006. El consumo interno da impulsos Asimismo crece el consumo interno, impulsado por el aumento de los sueldos, el empleo y la concesión de créditos. La facturación de los supermercados aumentó un 15 % en 2006. Según el BFAI, las empresas alemanas tienen oportunidades de crecimiento sobre todo en el sector de bienes de consumo de alta calidad, comprados principalmente por las capas más pudientes. También el sector del automóvil se desarrolla. Para este año se cuenta con un aumento del 10 % (en 2006 se vendieron 460.000 unidades). Las ventas de automóviles crecen más (15 %) que las de camiones (8 %). Las producción local sigue en aumento, pero casi el 60 % de los coches vendidos proviene de otros países del Mercosur, sobre todo de Brasil. El segmento de automóviles de alto precio es cubierto sobre todo con coches alemanes. Los oferentes extranjeros de automóviles pueden competir poco, sin embargo, en el mercado local, ya que éste se haya protegido en el marco del Mercosur. Por ello, Volkswagen y Mercedes Benz producen ya desde hace tiempo en la Argentina. También proveedores de partes alemanes están redoblando su presencia local. Otro mercado en crecimiento es el de los productos químicos. En 2006, la producción local aumentó un 7 % y las importaciones lo hicieron en un 15 %. Para 2007 se cuenta con una continuación de esa tendencia. Asimismo en el sector de la tecnología de la información y comunicación existen buenas perspectivas de desarrollo. La facturación en ese sector aumentó un 24 % en 2006, para 2007 se pronostica un crecimiento del 21 %. Haciendo un balance, Argentina se recupera entonces a ojos vista de la crisis que la sacudió entre 1999 y 2002 y ofrece hoy a las empresas grandes posibilidades de crecimiento, también a las extranjeras. Consultado por DW-WORLD, acerca de las chances concretamente para las empresas alemanas el Dr. Hans Riemann, de la Cámara de Industria y Comercio del Palatinado (IHK), Alemania, que sigue de cerca el desarrollo económico de América Latina, dijo que, en efecto, Argentina es un país sumamente interesante. “Los recursos naturales y las materias primas están allí”, resaltó, concluyendo que “ahora todo depende de una sólida y confiable política económica y de un tipo de cambio realista de la moneda nacional”. ¿Logrará Argentina crear las condiciones necesarias para un crecimiento sostenido a largo plazo? El país tiene la decisión en sus manos.Publicidad