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Salvar el lago con carros de basura

4 de septiembre de 2012

Jürgen Katt importa carros de basura viejos de Alemania para implementar un servicio de recogida de basura en el Lago de Atitlán en Guatemala. En su entrevista, explica a Global Ideas Ios desafíos de este proyecto.

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Jürgen Katt (derecha) junto al primer carro de basura que trajo a Panabaj hace 20 años.Imagen: Atitlan e.V./Andrea Dörr

En Guatemala, como en muchos países en vías de desarrollo, la basura es un grave problema. Desde hace décadas, la basura se desecha informalmente en el campo y las aguas servidas son dirigidas hacia los ríos cercanos. Una muestra de los efectos negativos de la mala gestión de la basura es el Lago de Atitlán en las montañas de Guatemala. Ya hay evidencia de que la contaminación ambiental ha destruido el delicado equilibrio natural del lago. Desde 2009, el lago se encuentra completamente contaminado con cianobacterias, que contienen toxinas que envenenan a los peces y al ganado que bebe el agua. Esto, a su vez, afecta a la pesca y puede traer serias consecuencias para el turismo en la región.

Jürgen Katt es un alemán que, desde 1986, vive a orillas del Lago de Atitlán. Desde hace más de 20 años lucha por la implementación de un servicio organizado de recogida de basura. Hace casi dos décadas trajo el primer carro de basura de Alemania a Guatemala, luego llegaron más. Además, la fundación de Jürgen Katt, Atitlan e.V., subvenciona la construcción de plantas ecológicas depuradoras de aguas.

Deutsche Welle:Hace casi 20 años trajo usted de Alemania el primer carro de basura para Guatemala. ¿Por qué? Ese no es necesariamente el típico souvenir que uno trae de su país.

Jürgen Katt: En Guatemala, el turismo crece a grandes pasos. Y con los turistas llegó también la basura. Pero la región no cuenta con la infraestructura necesaria, ni con los carros adecuados para llevar la basura a vertederos seguros. La gente echa la basura simplemente al cauce del río. Esto a su vez contamina el lago y el agua potable. En aquella época, cuando me mudé a vivir al lago, las personas estaban destruyendo su propia fuente de subsistencia. Yo me había enamorado del país y no pude quedarme de brazos cruzados, sentí que tenía que hacer algo al respecto. Con la ayuda de un viejo amigo del colegio compré un carro adecuado, lo arreglé y lo envié a Guatemala por el Atlántico. En 1989 finalmente, puse en marcha el carro de basura.

Wäschewaschen im Atitlansee
Procesar adecuadamente la basura también significa una mejor calidad para el agua.Imagen: ddp images/AP Photo/Rodrigo Abd

DW: ¿Todavía lo está utilizando?

Katt: Era un carro de basura Mercedes que había sido revisado pero los coches de calidad también se hacen viejos. El carro estuvo en servicio diario por las calles hasta que dejó de funcionar en 1997. Así y todo, aún pudimos rescatar algunas piezas para su sucesor.

DW: Un carro para toda una región es poco... ¿Pero ayudó por lo menos a mejorar la recogida de basura?

Katt: Ahora ya tenemos más carros en servicio. Pero con cada año que pasa, el problema se agrava cada vez más. Hoy en día vive junto al lago el triple de gente que hace 20 años. A lo largo de este período, la cantidad de basura se ha multiplicado por diez. A pesar de que la mayoría de los basureros ya no se encuentran cerca del lago, todavía se quema basura allí. ¡Todos los días! La mayoría de los molinos de agua potable se encuentran junto a los basureros.

DW: ¿Y por qué nadie hace nada?

Katt: Porque la gente no es consciente de la importancia del tema. Además, no cuentan con el conocimiento ni con los fondos necesarios. Si no se encuentra una solución duradera al problema que se pueda implementar, las personas sufrirán las serias consecuencias. Ahora, lo fundamental es que la gente cambie su actitud hacia la basura: es necesario que adquiera una conciencia medioambiental.

DW: Eso significaría que los bien intencionados extranjeros no vendrían a dar órdenes a la gente, sino más bien a involucrarla en todo el proceso.

Katt: Así es. Esa es la condición fundamental. Como huéspedes en este país no podemos decir a la población local lo que tiene que hacer o dejar de hacer. Nosotros ofrecemos nuestra ayuda y, con muy pocas excepciones, sin condiciones.

DW: ¿Cómo involucra a la población?

Katt: Lo que generalmente hacemos es ayudarles a que se ayuden a sí mismos. Trabajamos principalmente con los niños en los colegios. Los pequeños tienen una gran sensibilidad sobre el tema porque inconscientemente se dan cuenta de que se trata de su futuro. Incluso ya hemos observado con frecuencia que los niños reprenden a sus padres cuando ellos tiran la basura en la calle sin pensar.

Algen im Atitlansee
Desde 2009, el lago se encuentra completamente contaminado con cianobacterias debido al desplazamiento ilegal de basura y aguas residuales, lo cual impide ahora la pesca. Esta situación podría afectar definitivamente al turismo.Imagen: CC/the(?)

DW: Cerca de Comalapa, Long Way Home procesa la basura de una manera curiosa, construyendo casas y colegios. ¿Considera que es una solución viable o puro accionismo?

Katt: Todo tipo de reutilización de materiales es más que bienvenido. Desde hace años, existen en el Lago de Atitlán varios proyectos que intentan utilizar la basura como material de construcción. Se llenan las botellas de plástico con basura y se las sella herméticamente. Las botellas sirven para levantar muros que luego son revocados. Esta forma de esconder la basura es, lógicamente, mejor que la alternativa de acabar en el lago y contaminar el agua, o de ser quemada al aire libre y contaminar el aire y las tierras. Sin embargo, no es una solución general para el problema.

DW: Parece que son principalmente las iniciativas privadas las que trabajan en la lucha contra la basura y aportan los fondos. ¿No le gustaría recibir más apoyo por parte del gobierno?

Katt: Sí, ya desde los años noventa. Sin embargo, la esposa del anterior presidente, Álvaro Colom, estaba muy comprometida con el tema. Ella opinaba que el lago necesitaba oxígeno e hizo colocar aparatos flotadores de enriquecimiento. Desgraciadamente, el proyecto fracasó por completo porque el viento y las olas voltearon los aparatos, que terminaron hundiéndose. De momento, existen algunas organizaciones estatales que intentan ayudar. Además, hay algunas fundaciones privadas internacionales que, como nosotros, trabajan para salvar el Lago de Atitlán.

Müllwagen in Guatemala
Desde hace 20 años, carros de basura alemanes de segunda mano ayudan a implementar un sistema de recogida de basura.Imagen: Atitlan e.V./Andrea Dörr

DW: ¿Cuál ha sido su mayor logro?

Katt: Cada uno de los alcaldes que quería recibir uno de nuestros carros de basura tenía que comprometerse a poner a donar un terreno lejos del lago para establecer el vertedero. En cinco de las poblaciones alrededor del lago, han desaparecido los basureros que estaban directamente a la orilla del lago. Pero también hemos tenido fracasos.

DW: ¿Por ejemplo?

Katt: En 2005, el tornado Stan pasó por Guatemala y destruyó la planta depuradora de agua por completo. Las aguas residuales fluyeron al lago durante años. Gracias a donaciones, y con la colaboración de la población, pudimos finalmente construir una planta depuradora ecológica que absorbió por lo menos el 60% de las sustancias nocivas. Y luego vino el shock. Ante nuestros ojos, la siguiente catástrofe natural destruyó nuestra preciada planta depuradora y nosotros lo observamos totalmente impotentes. Construimos una segunda planta a toda prisa. Sin embargo, pocos meses más tarde, nuevas fuertes lluvias la destruyeron también. Ese fue el golpe más doloroso que he soportado como director de proyectos de nuestra fundación Atitlán desde 1991.

DW: ¿Cree que a corto plazo habráen Guatemala un servicio regulado de recogida de basura y procesamiento de aguas residuales?

Katt: El gobierno no podrá lidiar con la gran masa de basura por sus propios medios durante los próximos 20 años. Una solución rápida sólo es posible si se da la concesión a una empresa privada extranjera especializada. Lógicamente, estoy pensando en una empresa de reciclaje alemana. Las empresas alemanas cuentan con la experiencia necesaria, el conocimiento en cuestiones de separación y procesamiento de basura y además, son capaces de implementar la tecnología necesaria. En este momento, la mejor terapia para que el enfermo Lago de Atitlán se recupere sería el procesamiento de basura con la minuciosidad alemana.

Entrevista hecha por Alina Schadwinkel / CS

Editor: Lydia Aranda Barandiain