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La Bolsa, del parqué al ordenador

Stefan Wolff (igu)1 de julio de 2007

El abanico de opciones bursátiles ha menguado notablemente, pero aún así la Bolsa alemana lucha por salir a flote como una entidad respetable en un mundo de mercados financieros que está por experimentar grandes cambios.

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La Bolsa de FráncfortImagen: dpa

La Bolsa de Fráncfort está coronada por una vieja campana que simboliza la larga tradición bursátil de la ciudad. Desde finales del siglo XVI, sobre ese parqué se han establecido tipos de cambio y aún hoy se sigue fijando el precio de acciones. Corredores compran y venden.

Pero el mayor movimiento bursátil se desarrolla desde hace tiempo por ordenador. El 96% del comercio alemán de acciones se lleva a cabo en el Xetra-System del DAX. Se trata del sistema de comercio de valores más moderno del mundo. Es un cañón de exportaciones.

Sueños corrompidos

Deutsche Börse Frankfurt Werner G. Seifert
Antiguo jefe de la Deutsche Börse, Werner G. SeifertImagen: AP

El sueño de crear una Bolsa común en Europa se vino a bajo. Werner Seifert, el antiguo jefe de la bolsa de Fráncfort, intentó dos veces adquirir el parqué londinense, la última hace dos años, en el 2005:

"Naturalmente tenemos la esperanza de que al final podamos ganar la puja por la Bolsa de Londres. No sólo tenemos paciencia, sino que tampoco nos faltan alternativas", afirmaba Seifert entonces.

La intención fracasó: los grandes accionistas y los fondos de alto riesgo (hedge fonds) dieron un golpe bursátil que le costó a Seifert su puesto, al que se vio obligado a renunciar, y saquearon la caja de la Deutsche Börse (operadora del parqué de Fráncfort) mediante la compra de dividendos extra.

Reto Francioni, el sucesor de Seifert, buscó las alternativas que éste anunciaba, y es que son evidentes: el grupo de Bolsas de valores europeo Euro Next está formado por los parqués de París, Ámsterdam, Bruselas y Lisboa y el Liffe de Londres (Londres Internacional Financial Futures Exchange). Si se sustituyesen cuatro mercados de valores por uno solo, se lograría ahorrar una suma millonaria. Reto Francioni, consciente de ello, se cuidó de no saltar al campo de batalla arrasando:

"En el futuro, es imposible que nos hagamos más pequeños de lo que ya somos. No podemos, por diferentes motivos. El meollo de la cuestión es que uno trate a sus socios de manera justa; nosotros no queremos dominar, no queremos, para nada, meternos en un círculo de enemistades, eso ya lo he repetido muchas veces. Lo que queremos es crear una atmósfera con nuestros socios en la que podamos mirarnos a los ojos y decirnos directamente, que si no lo hacemos, vamos a dejar pasar una buena oportunidad. De eso se trata", afirma Francioni.

A través de la fusión de Euro Next, la Deutsche Börse aspiraba, sobre todo, a colocarse a la misma altura que los mercados de valores estadounidenses. Wall Street y Nasdaq, el mercado electrónico de acciones en Estados Unidos, son el número uno mundial con acciones y préstamos por un valor de 51 billones de dólares. Si las Bolsas europeas se uniesen, podrían hacerles la competencia con 30 billones.

Reto Francioni, Vorstandsvorsitzender der Deutsche Börse AG
Reto FrancioniImagen: picture-alliance/ dpa

Pero, entre tanto, el sueño de un mercado de valores europeo integrado tampoco se ha hecho realidad. La Bolsa de Nueva York, es decir, Wall Street, ha sobrepasado a Euro Next. El Nasdaq aspiró en su día, vanamente, a adquirir el parqué londinense, y, actualmente, está fusionado con la OMX, la bolsa sueca, que reúne las Bolsas escandinavas y del Báltico.

El experto bursátil Ascan Iredi, del Postbank, considera positiva la tendencia actual a fusiones transatlánticas. Según él, "básicamente vivimos en un planeta globalizado. Pero, probablemente, también existe una voluntad por cubrir los "nichos bursátiles", de los que también se podrían obtener buenos beneficios."

De la gran ilusión al oportunismo

La Bolsa alemana encontró uno de estos nichos en el mercado de derivados, es decir, en el comercio de opciones y futuros, y esta vez con éxito. El Eurex, la bolsa de derivados conjunta de Alemania y Suiza, compró el mercado estadounidense de opciones (ISE) y así se consolidó como el mayor mercado de derivados del mundo.

Según Iredi, la bolsa alemana también podría existir por sí misma: "de eso no me cabe duda. No obstante, también hay que decir que el abanico de opciones se ha reducido, y es lamentable que las cosas no hayan transcurrido de otro modo, tanto con Londres como en Euro Next. Hoy en día es difícil encontrar a alguien que le apoye a uno de manera significativa. La bolsa alemana siempre ha tenido técnica; de lo que ahora carece es del tamaño y volumen de negociaciones que realmente debería tener, para poder consagrase eficazmente".

Por lo pronto, lo que le queda a la Bolsa alemana son las fusiones en los "nichos bursátiles" y las pequeñas cooperaciones, como, por ejemplo, en la India, donde ha comprado una participación del 5% en la Bolsa de Bombay, o en Kazajstán, donde los alemanes firmaron un convenio de cooperación para fomentar el parqué de Almaty, la ciudad más grande de la República.