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Temores ante continua violencia en el Líbano

Frank Wörner (EU)23 de octubre de 2012

La continua violencia en el Líbano, donde el enfrentamiento entre sunitas y chiítas es una reacción a la situación siria, refuerza los temores ante una eventual propagación del conflicto sirio a toda la región.

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Imagen: AP

Los sunitas en el Líbano apoyan a los sunitas rebeldes (65% de la población) en Siria, mientras que la mayoría de los chiítas apoya a Bashar al Assad, que pertenece a la minoría alawita (13% de la población). El politólogo Jochen Hippler, de la Universidad de Duisburg- Essen, analiza, en conversación con la emisora alemana Westdeutsche Rundfunk (WDR), el peligro de una escalada en la región. 

WDR: La oposición libanesa afirma que el atentado contra el jefe de los servicios secretos, el general Wissam al Hassan, el viernes pasado fue un intento del presidente sirio Bashar al Assad de arrastrar al Líbano al conflicto de Siria, ¿considera realista esta hipótesis?

Jochen Hippler: Si se reflexiona en quién podría estar detrás del atentado, el principal sospechoso es el régimen sirio. Pese a que no haya ninguna prueba, la sospecha es grande.

Violentos disturbios en Beirut después del asesinato del jefe de espionaje policial

Si se observan los acontecimientos durante los últimos meses en Siria, uno pensaría que el régimen debiera estar muy ocupado con la situación.  ¿Qué tan grande es la influencia de Siria hoy en día?

Su influencia sigue siendo muy grande, incluso ha aumentado considerando que Hizbollah juega un papel decisivo en la política interna en el Líbano. Es una fuerza muy importante del actual gobierno. Por cuestiones tácticas a Hizbollah le interesa seguir teniendo buenas relaciones con Siria y con Irán, porque de ahí le llegan recursos financieros y apoyo militar. Eso hace pensar que, aunque Hizbollah no esté interesado en tener vínculos ideológicos con Siria, necesita al país vecino por razones estratégicas y por ello sigue apoyando al presidente Assad.

Acaba usted de volver de un largo viaje por Irán, que a su vez apoya a Hizbollah en el Líbano. ¿Cómo se ve desde Irán el desarrollo en Siria y en el Líbano?

Mi impresión es que el apoyo a Assad en Siria y a Hizbollah en el Líbano sigue siendo incuestionable, pero, entre tanto, esto provoca un creciente malestar, por lo que se presume que se buscan nuevos caminos. No se sabe en Irán cómo deshacerse de la política de apoyo a Assad, pero tengo la impresión de que no se extralimita el apoyo a su régimen, es decir, se sigue la vieja política de apoyo sin un convencimiento real de que vaya a funcionar. Se ve una cierta apertura a otros modelos, sin que se cambie la vieja estrategia. El apoyo se mantiene como retórica política, sin embargo hay una cierta apertura cuando se habla con la gente.

Un manifestante libanés arremete contra las fuerzas de seguridad en Beirut.
Disturbios en Beirut.Imagen: AP

¿Sería un gran problema para Irán de producirse una caída de Assad?

Eso seguiría siendo un gran problema pues no hay alternativas. El contexto regional es difícil. Irán está enemistado con Arabia Saudita y con otros países árabes. El gobierno egipcio criticó abiertamente a Irán hace no mucho. En Irak, y gracias a la guerra liderada por Estados Unidos, Irán ganó posiciones, y están los vínculos con Siria y el Líbano, pero además de eso no hay mucho. Si ahora perdiera a Siria como aliado, como apoyo político, perdería también influencia en el Líbano, porque Hizbollah ya no sería tan accesible. Es decir, sería un fuerte golpe a la política exterior del actual régimen iraní.

¿Qué significaría para el Líbano si cayera el régimen de Assad?

Eso se traduciría en un fuerte debilitamiento político de Hizbollah. La organización tiene grandes problemas en el exterior y para mantener su financiamiento y abastecimiento de armas necesita al eje sirio-iraní, aunque este vínculo no le de popularidad en el Líbano, donde mucha gente, debido a la situación humanitaria en Siria, no se tiene una particular simpatía por Assad y tampoco por Irán. Hizbollah necesita a Assad y el vínculo con Teherán para seguir abasteciéndose de armas y recursos. Al mismo tiempo, al ser una fuerza libanesa, esto tiene para la organización un costo de credibilidad.

¿Cuán probable es, como muchos temen, que el conflicto en Siria se propague en el Líbano?

Desde hace meses observamos que la violencia vuelve a prender, tanto en el puerto de Trípoli en el norte, como en la capital, Beirut. Lo interesante es que un entramado tan frágil como el Líbano, que tiene detrás una guerra civil de quince años, que se encuentra fraccionado, se haya mantenido a flote. Es decir, inicialmente había una preocupación por que este país y esta sociedad dividida cayera nuevamente en la violencia. Me siento positivamente sorprendido de que el Líbano haya logrado salir adelante mejor de lo que se esperaba.

Autor: Frank Wörner (EU)

Edición: Emilia Rojas