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La corrupción aumenta en todo el mundo

25 de enero de 2017

Aunque los gobiernos de todo el mundo desean combatir la corrupción, está aumentando en el sector público. Así lo afirma el último 'Índice de Percepción de la corrupción' de Transparencia Internacional.

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Brasilien  Proteste gegen Korruption
Imagen: Reuters/A. Machado

¿Qué tienen en común el antiguo alcalde Joachim Wolberg, el candidato presidencial de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiangaus, el expolicía finlandés Jari Aarnio y la expresidenta surcoreana Park Geun Hye? La respuesta: Están acusados de corrupción.

Aunque se traten de personajes y países distintos, estos casos confirman una tendencia mundial en el sector público. "En comparación con el año pasado, muchos países han empeorado más que mejorado, lo que genera preocupación", dice el director de investigación de la organización Transparencia Internacional Finn Heinrich en entrevista a DW.

El nuevo índice de corrupción de la organización anticorrupción confirma otra tendencia que preocupa a los expertos. Los gobiernos de alrededor del mundo declaran que quieren luchar contra la corrupción, pero generalmente son  palabras vacías.

"Los gobiernos saben lo que quiere oír el público y los bancos, pero esto no se concreta en acciones", dice Heinrich, quien junto a su equipo analizó los datos del 'Índice de Percepción de la Corrupción'.  Las fuentes son expertos y evaluaciones de institutos y think thanks de alrededor del mundo, por ejemplo, el Banco Mundial, la Fundación Bertelsmann o la ONG internacional Freedom House.

Heinrich también hace hincapié en el vínculo entre la desigualdad social y la corrupción. Esto no es una tendencia que sólo se observa en los países de manera individual, sino que se trata de un fenómeno mundial. "Para mí, como investigador, el estrecho vinculo entre desigualdad y corrupción fue sorprendente. Ambos van de la mano, creando un ciclo vicioso con más corrupción y más desigualdad".

Contra la corrupción, una prensa libre

Según Heinrich, dos de las mejores armas contra la corrupción son organismos de control público y una prensa libre. Asimismo, pone como ejemplo a los ciudadanos brasileños, que el año pasado salieron a la calle para protestar contra la corrupción en su país.

En este sentido,  el comisionado anticorrupción del estado federado de Schleswig-Holstein, Hans-Werner Rogge, depende en su trabajo de la cooperación de los ciudadanos. El año pasado recibió información sobre 64 casos sospechosos, de los cuales pasó 22 a la Justicia. Los informantes pueden proporcionarle la información de manera anónima o confidencial, por teléfono o por correo electrónico.

Immobilienbranche Geldwäsche Symbolbild
La industria de la construcción es particularmente vulnerable a la corrupción.Imagen: Fotolia

Hans-Werner Rogge chequea los datos y los lleva a la oficina del fiscal si hay un motivo de sospecha. Aún así, los casos de corrupción que no se denuncian son altos. Rogge estima que sólo se conocen uno de cada diez. Por lo general, no hay testigos, las pruebas son difíciles y ambos involucrados (donante y receptor) tienen un interés en la confidencialidad y el secretismo.

"En la corrupción no hay sólo un culpable: tanto el que acepta como el que recibe el soborno son sancionables, lo que implica que ninguno es víctima y po lo tanto no hay un interés en ir a la policía para hacer una denuncia.", dice Rogge, quien agrega que todo el sistema de adquisición o contratación, donde las empresas o administraciones compran bienes o servicios, y las autoridades otorga autorizaciones o permisos es particularmente vulnerable a la corrupción.

Según Finn Heinrich de Transparencia Internacional, cada año la corrupción causa inmensos daños. Un claro ejemplo de ello son los edificios a prueba de sismos en Italia, los cuales fueron tan mal construidos que se colapsaron durante el terremoto del año pasado. Otro ejemplo es la fábrica textil Rana Plaza en Bangladesh, que se edificó sin el permiso de construcción y la inspección estática en tres plantas.

"La corrupción puede ser mortal y sabemos que la corrupción le cuesta a los fondos públicos mucho dinero, que se necesitan urgentemente para otras cosas", dice Heinrich. "Estamos convencidos que la corrupción es uno de los problemas públicos más devastadores en el mundo".  

Autora: Helle Jeppesen