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"La expulsión de los hooligans de los estadios tan sólo desplaza el problema a la calle"

Andreas Ziemons6 de febrero de 2007

El experto en hooligans e investigador de los aficionados, Gunter A. Pilz, comenta la actitud violenta de los hooligans italianos que mataron a dos policías.

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Policías italianos portan el ataud de Fillippo Raciti, muerto a manos de los hooligans.Imagen: AP

DW-WORLD: ¿Son los aficionados italianos más violentos que los de otros países?

Gunter A. Pilz: Actualmente existe en Italia una escena de hooligans como la que había en Alemania en los años 80. En Italia sigue existiendo e incluso tiene más fuerza. Tiene su razón de ser en que ni los clubes, ni la policía, ni los ayuntamientos toman medidas preventivas de seguridad.

Tote bei Fußballspiel in Sizilien
El partido entre Catania y Palermo se saldó con la muerte de un policía.Imagen: AP

DW-WORLD: ¿Cree que con el ataque dirigido a la policía y no a otros aficionados aparece otra forma de violencia?

Esto también era así antes. Lo único que es nuevo es que ha habido muertos. Tratándose de un caso aislado, hay que ser cauteloso antes de hablar de una nueva forma de violencia. Seguramente, la suerte y las circunstancias impidieron que hubiese sucedido antes. Además, en este tipo de enfrentamientos no sólo están aficionados al fútbol, sino que cuando llega la violencia, otros grupos violentos la aprovechan para participar.

DW-WORLD: El ministro del Interior italiano, Giuliano Amato, propuso que los partidos de la liga italiana se jugasen tan sólo en los estadios de Roma Turín y Milán por ser los más seguros. El número de espectadores en los demás estadios quedaría limitado a 10.000. ¿Cree que tiene sentido esta medida?

Puede estar seguro de que la expulsión de los hooligans del estadio tan solo desplazará el problema a la calle. El policía italiano no ha muerto en el estadio sino en la calle. La violencia en los alrededores del estadio es la peor ya que es más difícil de controlar que dentro del recinto. Aumentar la seguridad en los estadios sí que es una manera de combatir la violencia. Por ejemplo, en Alemania se ven problemas con los hooligans tan sólo en estadios anticuados. Sobre todo en los nuevos estados.

Fußball, Hooligans, Rostock
Hooligans en Rostock.Imagen: picture-alliance/dpa

DW-WORLD: ¿Cómo deberían ser entonces las otras medidas?

Creo que se puede aprender mucho del ejemplo alemán. Tenemos el concepto nacional de "Deporte y seguridad", con claros parámetros para la seguridad y el orden en los estadios, el comportamiento de la policía, y lo que los clubes pueden hacer por sus aficionados. Por otra parte hay proyectos de aficionados, que toda ciudad tiene que tener con los equipos, y que actúan como socio pedagogos con los aficionados independientemente del club. Aunque continúen existiendo problemas con los hooligans, este concepto nos permite actuar rápidamente para controlarlos. De todas formas este concepto de "seguridad y deporte" tan sólo es valido para las tres primeras ligas profesionales. Por eso, si alguna vez hay incidentes, normalmente son en clubes tradicionales de los nuevos estados que juegan en ligas menores.


DW-WORLD:
En Italia, representantes de la política y el deporte esperan que la otra parte comience a tomar las medidas pertinentes contra los hooligans. ¿Quién debería dar el primer paso?

¡Ambos! La violencia en el fútbol no es sólo un problema del fútbol sino también un problema social. Por eso hay que exigir a los políticos que consigan las condiciones correspondientes. Por otra parte, es sabido que el club, que no tiene nada o muy poco que ver, puede provocar que estas prácticas se agraven. Por eso, los equipos también están obligados. Lo peor es que en Italia todos han mirado para otro lado. Algunos de los grupos de ultras incluso llevan la voz cantante en algunos de los equipos.

DW-WORLD: En otras publicaciones anteriores habla usted de la auto- depuración de los aficionados, diciendo que se controlan entre ellos. Y cuando los ultras se dan cuenta y sus acciones ya no son toleradas por otros aficionados, aumenta la violencia en los estadios. ¿Sería posible que pasase esto en Italia?

No veo que pueda pasar esto ya que la mayoría de los ultras italianos va por el camino erróneo. La auto-depuración puede llegar cuando a través de las medidas pertinentes, se haya reorientado la actitud en la escena de los hooligans y los que son sensatos tengan las espaldas cubiertas. En este momento no está sucediendo eso.