Fundación Franco, ARCO,
16 de febrero de 2012Ya antes del arranque de ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, se sabía que iba a haber polémica con la obra "Always Franco", en la que el artista Eugenio Merino metió una escultura del dictador español en una nevera de refrescos. Hoy se confirmó.
La Fundación Francisco Franco, que tiene como fin principal difundir el conocimiento sobre la figura del dictador español (1939-1975), anunció que denunciará a Merino. Y para ello envió a unos representantes a ARCO con el objetivo de recabar información para aportar a esa denuncia.
"ARCO debe velar y distinguir entre lo que es arte y lo que es propaganda. La feria debería valorar lo que se expone en ella", se quejó el vicepresidente de la Fundación Francisco Franco, Jaime Alonso. Él mismo, acompañado de un notario, tomó fotografías de la obra en cuestión, que exhibe la galería barcelonesa ADN.
La fundación presentará una demanda civil contra Merino y estudiará la presentación de una demanda penal. Considera además a ARCO y a IFEMA, el recinto ferial que acoge la feria, responsables civiles subsidiarios.
Se está "ofendiendo gravemente al anterior jefe del Estado, al que se está caricaturizando, y convirtiendo en guiñol" a alguien que merece un respeto, manifestó. "Se trata de una persona que merece un tratamiento adecuado y no podemos caer en la gratuidad de la ofensa y permitir que, por un pretendido interés artístico, se comentan estas ofensas", añadió.
La obra de Merino se ha convertido en una de las mayores atracciones de la 31 edición de ARCO. La escultura es hiperrealista: la réplica del dictador tiene una altura real, Franco lleva puesto el uniforme militar y unas gafas de sol y se encuentra en una nevera de refrescos que tiene los colores de Coca-Cola. La obra está valorada en unos 30.000 euros.
La gente, dijo el vicepresidente de la Fundación Francisco Franco, se acerca a ella "por el morbo", buscando "lo chabacano y lo ruin".
dpa