La gran reforma de la ONU
21 de marzo de 2005"Sin seguridad no habrá desarrollo, sin desarrollo no habrá seguridad, y ambas cosas no serán posibles sin el respeto de los derechos humanos". Así resumió Kofi Annan el concepto medular de su proyecto de reformas, que supondría la mayor reestructuración de la ONU en sus 60 años de existencia y que diplomáticos europeos consideran virtualmente el "último intento" de salvar a la organización internacional. Porque todo está profundamente ligado, el secretario general instó a los representantes de los 191 países miembros a acoger el paquete sin desatarlo.
Medidas "en paquete"
Kofi Annan está bajo presión, sobre todo de Estados Unidos, y sabe que el tiempo apremia. Por eso aprieta el acelerador, exhortando a discutir el asunto con premura para llegar a resultados concretos en la próxima cumbre, en septiembre. Seis meses no son ciertamente un plazo holgado para abordar tamaño proyecto. Pero, en el fondo, no se trata de reinventar la rueda. Los problemas existentes son de conocimiento general y sólo falta voluntad política para resolverlos, de ser necesario apoyándose en el voto de la mayoría cualificada y renunciando al consenso.
El catálogo de medidas propuesto por el secretario general abarca desde el control y la reducción del aparato burocrático de la administración de la ONU, hasta la lucha contra problemas globales como la pobreza, el deterioro del medio ambiente y el terrorismo. Se plantea, por ejemplo, la intención de establecer parámetros fijos y concretos para el empleo de la fuerza, de manera de evitar decisiones arbitrarias o dudas acerca de la legitimidad de una operación militar. También la Comisión de Derechos Humanos está en la mira y habría de transformarse en un Consejo, con miembros elegidos directamente por la Asamblea Ceneral. Con ello se evitaría la inclusión de países que, a juicio de la mayoría, no tienen precisamente buenas cartas de presentación en la materia.
Aplausos en Berlín y París
Pero el punto que concita la mayor atención es, sin embargo, el proyecto de ampliación del Consejo de Seguridad, de sus actuales 15 miembros (5 permanentes, con derecho a veto, y 10 transitorios). Kofi Annan no se pronunció por ninguno de los 2 modelos que están sobre el tapete: el que prevé incorporar 6 nuevos miembros permanentes, pero sin derecho a veto, y tres transitorios, y el que contempla sólo la inclusión de 9 integrantes temporales.
No obstante, Alemania se siente respaldad en sus afanes de obtener un asiento de planta en el organismo. "Nuestro interés es fortalecer el principio del multilateralismo, y a nivel mundial sólo hay un foro apropiado para ello: el de las Naciones Unidas", comentó el portavoz gubernamental Thomas Steg, en Berlín. También París aplaudió la iniciativa de Kofi Annan, que un vocero calificó de "excelente base de trabajo" e importante etapa en el proceso dirigido a "reactivar la acción mancomunada".