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La Iglesia pide perdón

7 de febrero de 2010

En misas dominicales en Hannover y Berlín, altos representantes de la Iglesia Católica se refirieron al escándalo de abusos cometidos por sacerdotes en escuelas jesuitas alemanas en las décadas del 70 y 80.

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Vista desde una ventana del Canisius Kolleg.Imagen: AP

La Iglesia Católica, como institución, carga con una culpa, porque ha fomentado una mentalidad de acallar el problema, dijo el preboste Martin Tenge en la misa dominical de la Basílica de San Clemente en Hannover. Señaló que cuando un sacerdote católico, que representa a una institución con ideales morales tan altos, comete abusos sexuales, ello lleva a un quiebre irreparable. “Corresponde disculparse desde lo más profundo con las víctimas”, agregó.

Sacerdotes “víctimas y victimarios”

Bischof Norbert Trelle
El obispo de Hildesheim, Norbert Trelle, antes del estallido del escándalo.Imagen: picture alliance / dpa

En todas las iglesias de la diócesis de Hildesheim se leyó este domingo una carta del obispo Norbert Trelle, en la que reaccionó con “vergüenza e indignación” a los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y llamó a otras posibles víctimas a denunciar lo ocurrido.


Trelle dijo conocer casos en que sacerdotes han sido “víctimas y victimarios” y agregó que “estamos en una situación en que debemos avergonzarnos, como Iglesia”. No obstante, indicó que también en otras áreas hay abusos y que en todas partes la comunidad debe estar alerta.

Por su parte, el prelado Ulrich Bonin recordó a las víctimas de abusos al inicio de su sermón en la catedral de Santa Eduviges, sede de la arquidiócesis de Berlín. Señaló que debe arrojarse luz sobre los casos ocurridos, “pero no debe ser una luz artificial, sino la luz de la fe; no la luz de los reflectores de los medios de comunicación, sino la luz de Dios”.

El arzobispo de Hamburgo, Werner Thissen, manifestó entretanto agradecimiento a las autoridades jesuitas por haber “reaccionado rápida y consecuentemente”.

La culpa del silencio

Klaud Mertes, rector del colegio jesuita Canisius Kolleg, abogó por tematizar el secreto que durante años se guardó al respecto. En una entrevista concedida a la edición dominical del periódico Frankfurter Allgemeine, indicó que “la gran culpa que la institución tiene es no haber puesto atención cuando escuchó algo al respecto”.

Mertes fue quien destapó públicamente el escándalo al enviar una carta a exalumnos del colegio, a fines de enero. La cúpula de la orden sabía, sin embargo, de los abusos cometidos por tres sacerdotes jesuitas desde 1991.

Entretanto se conocen casos de 30 exalumnos del Canisius Kolleg que fueron víctimas de abusos sexuales entre 1960 y 1980, según informa el periódico berlinés Tagesspiegel, citando a la abogada Ursula Raue, a quien la orden jesuita encargó esclarecer los hechos. A ellos se suman hasta diez casos ocurridos en Bonn, Hamburgo, Hannover y la Selva Negra.

ERS/dpa/epd

Editora: Claudia Herrera Pahl