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La lengua alemana, un reto superable

Alois Berger / Evan Romero-Castillo9 de junio de 2013

El rendimiento escolar de muchos hijos de inmigrantes es el que más se resiente en Alemania. Es por eso que, en una escuela de la ciudad de Bonn, un grupo de padres organizó clases adicionales de alemán para sus hijos.

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Imagen: DW/A. Berger

Para advertir a sus miembros sobre los peligros que trae consigo la creciente desigualdad en sus sociedades, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha apelado a distintas evidencias. Una de ellas la aporta el informe trienal de su Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes -conocido como el Informe PISA por sus siglas en inglés- un análisis cuyas conclusiones no le resultaron indiferentes a Alemania.

Con ese documento, el llamado “club de los países ricos” le recordó a sus integrantes que el rendimiento escolar de los jóvenes –la generación de relevo– depende del historial socioeconómico de sus respectivas familias. ¿Una perogrullada? Para nada: las marcadas deficiencias académicas de los estudiantes de familias pobres en los centros educativos germanos contribuyeron a que a Alemania se le asignara una posición poco elogiosa en el ranking del Informe PISA.

La brecha entre los alemanes con mayor poder adquisitivo y aquellos con escasos recursos económicos no ha dejado de crecer, lo cual se refleja en el desenvolvimiento de sus hijos en la escuela. Sin embargo, es el rendimiento de los jóvenes descendientes de inmigrantes el que más parece estar sufriendo. Aprender contenidos es un desafío intelectual para todos, pero los hijos de inmigrantes enfrentan un reto adicional: dominar la lengua alemana.

Markus Wolf, coordinador de los cursos individuales de la escuela Erich Kästner, en Bonn.
Markus Wolf, coordinador de los cursos individuales de la escuela Erich Kästner, en Bonn.Imagen: DW/A. Berger

Conscientes de la importancia del desarrollo idiomático de sus hijos, pero también de las limitaciones del sistema educativo alemán, un grupo de padres se organizó para financiar el sueldo de un maestro adicional en la escuela Erich Kästner, en Bonn, donde hay un curso con estudiantes provenientes de doce países. El objetivo es fomentar el dominio de la lengua de Goethe en sesiones individuales para que los niños de hoy no tengan problemas de aprendizaje en el mañana.

Las lecciones extraordinarias de alemán como segunda lengua (Deutsch als Zweitsprache, DAZ) ya se imparten oficialmente en casi todas las escuelas de Alemania. Pero, a juicio de muchos padres, estas clases no bastan para compensar las limitaciones idiomáticas de ciertos alumnos. Entre los alemanes se ha generalizado la creencia de que el aprendizaje de sus hijos puede ralentizarse si sus compañeros de estudio no dominan la lengua alemana. Quizás sea por eso que en la escuela Erich Kästner también hay alemanes financiando a un docente adicional para la enseñanza intensiva del idioma.

Markus Wolf, coordinador de los cursos individuales de ese colegio, opina que la iniciativa beneficia tanto a los hijos de inmigrantes como a los que no lo son. El éxito de esa iniciativa, de cuyos resultados tanto los maestros como los representantes de los alumnos parecen estar satisfechos, refuerza el mensaje emitido por la OCDE a través del Informe PISA: los problemas de los estudiantes se pueden superar cuando se tiene el dinero para resolverlos.

Autor: Alois Berger / Evan Romero-Castillo

Editora: Cristina Papaleo