La Liga, una competencia entre clubes endeudados y en crisis
25 de agosto de 2010
La crisis económica es indisimulable en el fútbol español, cuyos clubes gastaron menos de la mitad que el año pasado en contratar nuevos futbolistas, todo un reflejo de los nuevos tiempos.
El sábado comenzará una Liga con pocas novedades. O, al menos, con menos caras nuevas respecto a la anterior campaña, cuando aterrizaron rostros tan potentes como Cristiano Ronaldo, Kaká o Zlatan Ibrahimovic.
Si el pasado año los clubes invirtieron 460 millones de euros (589 millones de dólares) en contrataciones, esta temporada apenas alcanzaron los 230 millones. Justo la mitad que lo registrado hace sólo 12 meses. Es la cifra más pobre de los últimos seis años.
Los tres primeros clasificados de la pasada Liga ejemplificaron perfectamente los tiempos de crisis: el Barcelona no pudo fichar a Cesc Fábregas, el Real Madrid contrató futbolistas de perfil relativamente bajo y el Valencia tuvo que vender a sus tres mejores jugadores.
El Barcelona realizó el primer fichaje de la temporada contratando a David Villa, que se convirtió también en el fichaje más caro al pagar 42 millones de euros (53,7 millones de dólares) al Valencia. Pero no incorporó a nadie más salvo al lateral Adriano.
Alerta en el FC Barcelona
El fichaje de Villa correspondió a Joan Laporta, el anterior presidente, y luego llegó Sandro Rosell para descubrir ante los medios el "agujero" en la tesorería del Barcelona.
"Hay que ir con cuidado, no estamos bien desde un punto de vista económico. Tenemos un nivel de deuda estratosférico, muy grande, de 489 millones de euros. Hay que mejorar la plantilla cada año, pero estamos también gestionando recursos económicos de un club que tiene que sobrevivir", explicó Rosell sin esconder nada.
Por su parte, el Real Madrid gastó este año cuatro veces menos si se compara con el dispendio realizado la pasada temporada, en la que invirtió más de 260 millones de euros (332,7 millones de dólares) para al final no ganar un solo título.
Esta vez realizó seis contrataciones, pero quizá sólo llamó la atención entre la prensa el fichaje del alemán Mesut Özil. Pagó 15 millones de euros (19,2 millones de dólares) al Werder Bremen por un futbolista que quedaba libre la próxima temporada.
El 60 por ciento del dinero gastado en fichajes este año quedó sufragado por Barcelona y Real Madrid, los dos equipos más poderosos del país.
Vender para sobrevivir
Finalmente, el Valencia no pudo soportar durante más tiempo su angustiosa deuda y tuvo que vender a tres jugadores que se proclamaron campeones con España en el Mundial de Sudáfrica: David Villa, David Silva y Carlos Marchena.
Al Sevilla le costó muchos años equilibrar sus cuentas como para derrochar en estos momentos, y ahora por fin gastó menos de lo que ingresó. Pagó por Guarente 5,5 millones de euros (siete millones de dólares) y obtuvo 9,5 millones de euros (12,1 millones de dólares) por Adriano.
El Atlético de Madrid, otro equipo con una enorme deuda, se tuvo que volver a conformar un año más con aguantar en el equipo a sus dos máximas estrellas, Diego Forlán y Sergio Agüero, aunque supo improvisar para fichar a buen precio a los defensas Diego Godín y Filipe Luis.
Pero su mala situación financiera se constató al no poder completar la contratación del portugués Tiago. Se tuvo que conformar, casi rezando, con lograr una nueva cesión del jugador, propiedad de la Juventus.
El mayor drama se vivió en Mallorca, que no pudo acceder a su plaza de la Liga Europa que se ganó la pasada temporada. La UEFA negó su permiso por sus deudas, lo que provocó una gran indignación entre su hinchada, que protestó el agravio comparativo respecto a los otros clubes españoles.
Ahora la consigna de los clubes es "cantera", apostar a los juveniles, aunque da toda la sensación de que es más por necesidad que por convencimiento.
Autor: Alberto Bravo (dpa)
Editor: Enrique López