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La llama olímpica ya arde en Sochi

7 de febrero de 2014

Decenas de jefes de Estado y de Gobierno acuden en Sochi a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2014.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Con un homenaje a su propia historia y cultura, un espectáculo lumínico y mucho frío, Rusia sacó su orgullo nacional en la ceremonia de inauguración con la que arrancaron los superlativos Juegos Olímpicos de invierno de Sochi, los más caros y polémicos de la historia.

Fue lo que se esperaba: un viaje en el tiempo por todos los momentos gloriosos de la historia de Rusia. Con asientos vacíos en el estadio y muchos otros ocupados por voluntarios, una música electrónica rusa algo estridente dio paso a la ceremonia, que comenzó a las 20:14 (17:14 GMT) con el termómetro rozando la temperatura de congelación del agua y después de casi diez minutos de silencio sepulcral en las gradas, igual de frías casi que el mercurio. Nadie se desprendió de sus abrigos polares durante las dos horas y media de espectáculo.

Numerosos líderes mundiales

Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, Thomas Bach, director del COI, y Vladimir Putin durante la ceremonia de inauguración de Sochi.
Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, Thomas Bach, director del COI, y Vladimir Putin durante la ceremonia de inauguración de Sochi.Imagen: picture-alliance/dpa

"Declaro inaugurados los XXII Juegos Olímpicos de Invierno", señaló a las 22:27 horas de Sochi (19:27 GMT) y enfundado en un traje típico soviético el presidente de Rusia, Vladimir Putin, escoltado en el palco por los numerosos líderes mundiales que, al contrario que los dirigentes de Estados Unidos, Francia o Alemania sí aceptaron la invitación.

El relevo de la antorcha llegó a su fin después de 65.000 kilómetros de viaje. El fuego fue pasando por las manos de varias leyendas rusas del deporte: la tenista rusa Maria Sharapova se la cedió a la atleta Yelena Isinbayeva, y esta al exluchador Alexander Karelin, quien la dejó en manos de la exgimnasta Alina Kabaeva. La llama encendió el pebetero finalmente con la ayuda de la expatinadora artística Irina Rodnina y del exjugador de hockey sobre hielo Vladislav Tretiak, ambos tres veces campeones olímpicos.

Los Juegos, en cifras

La ceremonia, en la que la diva de la ópera Anna Netrebko cantó el himno olímpico, fue vista, según los cálculos previos del COI, por 3.000 millones de personas, casi por la mitad de la población mundial. Unas diez mil personas participaron en el espectáculo, que costó más de 30 millones de euros y que se llevó a cabo en un estadio construido solo para las ceremonias de apertura y clausura.

Los pocos asientos vacíos no empañaron una ceremonia llena de vida y color. "Esta noche escribimos un nuevo capítulo en la historia olímpica. Son los primeros Juegos Olímpicos de la nueva Rusia", proclamó el presidente del COI, el alemán Thomas Bach. Unos 3.000 atletas competirán en las pruebas de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi. Los Juegos, que se extenderán hasta el 23 de febrero, se celebran bajo la amenaza de atentados terroristas y la polémica en torno al trato que Rusia dispensa a los gais.

MS (dpa/Reuters)