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La lucha contra el dopaje

Lutz Kulling / DM21 de julio de 2012

¿Es suficiente lo que hace el Comité Olímpico Internacional (COI) en la lucha contra el dopaje? ¿Y cómo funciona esa lucha a nivel nacional? Deutsche Welle presenta un balance antes del inicio de los Juegos Olímpicos.

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La lucha contra el dopaje en los Juegos Olímpicos es cada vez más intensa.
La lucha contra el dopaje en los Juegos Olímpicos es cada vez más intensa.Imagen: DW-Montage/fotolia.com/Kaarsten

“El dopaje nunca va a desaparecer completamente, el fraude es parte de la naturaleza humana” dice el presidente del COI, Jacques Rogge. “Nosotros tenemos que reducir las posibilidades de dopaje al mínimo nivel. ¡Y eso hacemos!”, sostiene el jefe de las olimpiadas, que es de origen belga.

En la práctica existen dudas: desde los Juegos del 2004 hay pruebas congeladas de sangre y orina que se conservan almacenadas durante ocho años, pero recientemente se supo que de las 3.700 recogidas en Atenas, ninguna ha sido sometida a controles posteriores.

“¿Qué debemos buscar?“ preguntó sin preocupaciones el jefe de la comisión médica del COI, Arne Ljungqvist, “no vemos motivo para actuar, al fin y al cabo hicimos un completo análisis la primera vez”. El COI, sin embargo, reaccionó a las críticas y dejó entrever que realizará nuevos exámenes antes de que las pruebas, en el próximo mes de agosto, sean destruidas definitivamente.

La oportunidad de las pruebas olvidadas

Expertos como el investigador Mario Thevis están convencidos que gracias a los modernos métodos de análisis, actualmente existe la posibilidad de comprobar prácticas de dopaje del pasado, lo cual serviría para identificar a los responsables.

Las mejoras en el trabajo de los laboratorios ofrecen a los funcionarios deportivos la oportunidad para valorar como positivo el desarrollo en la lucha contra el dopaje. “Los instrumentos son cada vez más precisos, al igual que la aplicación de los códigos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Hoy hay más oportunidades de pillar a los tramposos”, explica Michael Vesper, director general del Comité Olímpico Alemán y jefe de la delegación nacional en Londres.

La AMA y sus capítulos nacionales cumplen un papel clave en la lucha contra el dopaje, aunque algunas veces falla la coordinación entre ellas, como sucedió en el “Caso Erfurt”. Allí, en el centro de preparación olímpico, durante varios años, el médico deportivo Andreas Franke había irradiado la sangre de los atletas con rayos ultravioleta. La AMA, al conocerse el hecho, declaró que antes del 2011 esta práctica no estaba prohibida, para después, ante la protesta en Alemania, retractarse de esa evaluación.

El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS por sus siglas en francés), tampoco parece ser de gran ayuda en la lucha contra el dopaje. En octubre pasado tumbó la “Regla de Osaka” que excluía de una olimpiada a los atletas condenados por haberse dopado.

Actualmente la AMA trabaja en la elaboración de un código conforme al TAS que le permita, por lo menos, impedirles la participación en los Juegos Olímpicos a deportistas que por dopaje hayan sido suspendidos durante seis meses. AMA pretende que prácticas graves, como el abuso de esteroides y hormonas, sean castigadas con suspensiones de cuatro años, y no dos como ocurre en estos momentos.

David Howman, presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
David Howman, presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).Imagen: Reuters

Falta de dinero

El director general de la AMA, David Howman, rechaza, sin embargo, castigos más severos para aquellos atletas que cometen por primera vez el error de doparse. “Sería una exageración sancionar de por vida a alguien que lo hace en el primer intento”, dice el funcionario, pero agrega también que “padres, entrenadores y abogados deben recibir también su castigo, ellos son los que animan al atleta a comportarse de esa manera”.

En busca de rastros del dopaje, los agencias nacionales de la AMA, las ANA, visitaron el año pasado 9.000 entrenamientos y sitios de competencia para recoger pruebas, lamentablemente en la mayoría de los casos sólo orina, en vez de las de sangre, que son mucho más reveladoras.

Esto es así porque el dinero simplemente escasea. “Hay un vacío de 1,35 millones de euros que si no se llena pronto derivará en el desmonte del sistema de control anti dopaje” explicó Andrea Gotzmann, directivo de la ANA alemana.

En febrero pasado el ministro del interior de Alemania, Hans-Peter Friedrich, invitó a una mesa redonda para discutir el tema sin que se lograran conseguir resultados concretos. “Teniendo en cuenta que es una responsabilidad conjunta, queremos apelar a los presidentes de los estados federados para que aporten a completar la suma que se necesita” conminó el ministro.

El caso de Lance Armstrong podría convertirse en un ejemplo mundial de la lucha contra el dopaje.
El caso de Lance Armstrong podría convertirse en un ejemplo mundial de la lucha contra el dopaje.Imagen: picture-alliance/dpa

El ejemplar caso de Armstrong

A finales de mayo el llamado fue atendido por el gobierno del estado de Baden-Wurtemberg, que apoyará a la ANA alemana con 128.000 euros al año. De todas formas no todos son éxitos en la lucha contra el dopaje, ejemplo de ello es la decisión del tribunal deportivo alemán que rechazó la demanda de la ANA al ciclista profesional Patrik Sinkewitz, por uso de hormonas de crecimiento, declarándole libre de culpa.

Ello sucedió mientras la ANA en Estados Unidos avanza en la causa contra el siete veces campeón del Tour de Francia, Lance Armstrong, a quien formalmente acusó de dopaje con trasfusión de sangre y otros métodos. Hay pruebas, según se dice, recogidas desde 1996, lo cual significaría para Armstrong la perdida del reconocimiento de varios títulos, y una suspensión de por vida del deporte.

Autor: Lutz Kulling / DM

Editora: Emilia Rojas