La mayor sinagoga de Alemania reabre sus puertas en Berlín
30 de agosto de 2007“Es un milagro que haya nuevamente judíos en Alemania. Y la sinagoga de la Rykestraße, que sobrevivió a dos diferentes regímenes, es el símbolo de ese milagro”. Así comentó la reinauguración del templo el nonagenario rabino Leo Trepp, quien vivió en carne propia los horrores del tiempo de los nazis y fue llevado al campo de concentración de Sachsenhausen, del que afortunadamente consiguió escapar. Él es uno de los sobrevivientes del Holocausto que han acudido a Berlín para tomar parte en la ceremonia solemne con que vuelve a abrir sus puertas la mayor sinagoga de Alemania.
Los golpes de la historia
Construido en 1904, el templo ubicado en el corazón de Berlín tenía originalmente lugar para más de 2.000 personas. En la “noche de los pogromos”, el 9 de noviembre de 1938, se salvó de ser destruido, porque las hordas nazis no quisieron dañar las construcciones circundantes. No obstante, el interior de la sinagoga fue profanado y devastado. El último oficio religioso se celebró allí poco más de un año más tarde, en abril de 1940. Luego, los nazis se apropiaron del recinto, que el ejército utilizó como caballeriza.
Acabada la guerra y tras una remodelación, el templo fue nuevamente abierto en 1953. Hasta la caída del Muro de Berlín fue la única sinagoga de la comunidad de Berlín oriental, que debido a la presión política tuvo que separarse de la parte occidental de la ciudad. La historia de este lugar está pues íntimamente ligada a la de Alemania y la comunidad judía, que vuelve a florecer con vitalidad allí donde Hitler y sus secuaces planearon su exterminio.
Centro cultural ortodoxo
La reinauguración de la sinagoga no es el único signo concreto de este renacer. Este domingo 2 de septiembre será inaugurado también un nuevo centro cultural del movimiento ortodoxo Chabad Lubawitsch, ante la presencia del ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank Walter Steinmeier. Los costos de construcción fueron financiados en su mayor parte por judíos berlineses. Según el director del centro, el rabino Yehuda Teichtal, “eso demuestra que la gente confía en el futuro de los judíos en Alemania”.
También el rabino Trepp espera nuevos impulsos para la creciente comunidad judía de Berlín, aunque se manifiesta en forma cautelosa. “La antigua comunidad judía alemana pertenecía a una clase social relevante, sus miembros estaban integrados y eran personas destacadas”, indica, y agrega: “Habrá que esperar a ver cómo se desarrolla la comunidad ahora, pero debemos proceder cuidadosamente y tratar de revivir algunos elementos de esa vieja tradición”. Para eso, a su juicio, que aún queda mucho trabajo por hacer.