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La nueva era de la Casa Blanca

5 de noviembre de 2004

George W. Bush consiguió la reelección en EE.UU. y afronta ahora 4 años más de responsabilidad para regir el destino de Estados Unidos y el mundo desde la Casa Blanca. ¿Cómo afrontará su nuevo mandato?

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Bush: ¿Nuevo mandato más moderado?Imagen: AP

El recién elegido presidente de los Estado Unidos demostró tras las elecciones que sabe como ganarse la confianza de su pueblo. Pese a que su carrera se ve plagada de altibajos con el alcohol, las mujeres, sus flirteos empresariales, y una legislatura en la que dividió a su pueblo y a la comunidad internacional, Bush consiguió llevarse a su feudo el apoyo de la mayoría de los estadounidenses aguantando impasible duras críticas, tanto del exterior como de sus propios ciudadanos.

Política moderada y de diálogo

Sin embargo, tras la reelección y pese a no tener que aguantar la presión de someterse a unos nuevos comicios, todos esperan que reconsidere su línea política y coopere con sus socios en el exterior iniciando un acercamiento a la ONU y a las "reglas del juego multilateral", es decir, sin tener únicamente en cuenta las opiniones de Washington.

A pesar de considerar la guerra contra el terrorismo como una de sus preferencias durante la campaña, se espera que en su nueva legislatura, el presidente cobre un tono más moderado y negociador. Así opina Michael O´Hanlon del Instituto Brookings: "Existen países potencialmente en crisis, como Corea del Norte e Irán, donde nuestra capacidad de desarrollar estrategias comunes puede ser expuesta a una dura prueba. Creo que el Presidente Bush mantendrá con los aliados el tono moderado de los últimos tiempos pero una crisis con Irán y con Corea del Norte podría ser un reto para su capacidad de cooperación."

Ronald Reagan, ehemaliger US Präsident ist im Alter von 93 Jahren gestorben
Ronald Reagan, ex presidente de lso EE.UU.Imagen: AP

Recordando a Reagan

El ex embajador estadounidense en Alemania, Robert Kimmit, considera que la carrera política de Bush tiene muchas similitudes con uno de sus antecesores, Ronald Reagan. La política de Reagan fue denostada en Europa durante su mandato pero tras la reelección, el ex presidente consiguió atraer a sus socios europeos con una línea más moderada. Al igual que su antecesor, George W. Bush presentó a EE.UU. como la nación elegida por Dios para preservar la libertad. "Este joven siglo será recordado como el siglo de la libertad. Impulsando la libertad en todo el planeta conseguiremos un mundo más seguro. Como generaciones anteriores, somos los elegidos para llevar la libertad. Ese es el sueño americano", declaró el actual presidente.

"Si pensamos en hace 20 años, Europa era igual de crítica con el presidente Reagan. En su segunda legislatura, Reagan se mostró mucho más abierto a las negociaciones y su legado político no se considera tan malo hoy en día. Pienso que en el segundo mandato de Bush veremos una tendencia parecida", declara Kimmit.

Demonstration gegen George Bush in New York
Manifestación anti Bush antes de las elecciones.Imagen: AP

Preocupaciones liberales

En cuanto a la política nacional, Bush mostró iniciativa para el cambio con el anuncio de aumentar el gasto público y reducir el déficit a la mitad antes de 2005. Sin embargo, pese a las optimistas promesas de Bush, los liberales temen por el tono ultra conservador de su política. La abolición del matrimonio entre homosexuales fue una de las máximas de su campaña electoral y podría convertirse en una realidad con la consiguiente reforma constitucional. Además, el presidente prometió durante toda su campaña luchar por una "cultura pro vida". En este sentido, el derecho al aborto existente en Estados Unidos desde hace 30 años podría ser revocado por la recién elegida administración.

En definitiva, todos esperan optimistas una apertura en la nueva etapa de Bush. Pero no hay que olvidar que Bush cuenta ahora con el apoyo total del pueblo estadounidense mientras que en la pasada legislatura salió ganando como un presidente "mal elegido". Este factor le podría dar mucha más confianza a Bush a la hora de tomar decisiones unilaterales. Aun contando con un apoyo mucho menor, el presidente de los EE.UU. nunca se retractó de sus decisiones. Pese a la falta de pruebas congruentes sobre su legitimidad, Washington sigue defendiendo su decisión hasta la fecha. Bush se enfrenta ahora a una nueva etapa, al parecer más moderado, pero sigue considerándose "el elegido", imperturbable ante toda crítica, iluminado por la armonía con Dios, y ahora, con el apoyo añadido de la mayoría del pueblo estadounidense.