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La peligrosa retirada de EE. UU. de Siria

20 de julio de 2017

EE. UU. decidió dejar de apoyar a las tropas rebeldes moderadas sirias. Esa decisión podría acarrear serias consecuencias para la región, ya que otros países, como Irán o Arabia Saudí, entran en juego.

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Imagen: Reuters/G. Tomasevic

Destituir al presidente sirio, Bashar Al Assad, ya había dejado de ser hace tiempo una prioridad para EE. UU. ya que Al Assad estaba demasiado aferrado al poder. Gracias a la ayuda rusa, pudo reconquistar paso a paso el territorio del país en lucha contra la oposición secular e islamista, haciendo retroceder a los rebeldes con apoyo de cazas bombarderos enviados por Moscú, asesores militares iraníes y combatientes libaneses del Hizbolá en las zonas ocupadas. Los estadounidenses reconocieron prontamente que los rebeldes que ellos apoyaban no podían hacer demasiado contra el poder de Assad y sus aliados. Por eso decidieron dejar de enviarles armamento.

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"Eso es reconocer la realidad", dijo Ian Goldenberg, un exasesor de Barack Obama, en entrevista con el Washington Post. Ya en abril, el presidente de EE. UU., Donald Trump, señalizó que derrocar a Assad ya no era su prioridad número uno.

"Ganó Putin"

Si los EE. UU. aceptaran la permanencia en el poder de Assad como un hecho prácticamente inmodificable, eso podría significar también que EE. UU. habría abandonado, en parte o totalmente, sus aspiraciones de poder en la región. "Ganó Putin", dijo un asesor cercano a la Casa Blanca que no quiso dar su nombre, al citado periódico.

Vladimir Putin y Donald Trump.
Vladimir Putin y Donald Trump.Imagen: Getty Images/AFP/S. Loeb

De hecho, la renuncia a seguir respaldando a los rebeldes es un giro definitorio en el rumbo de la política estadounidense para Siria. Cuando comenzó la cooperación, en 2013, el objetivo era claro: había que ejercer presión militar sobre Bashar Al Assad y obligarlo así a participar de la mesa de negociaciones.

Sin embargo, pronto se vio que no bastaban solo las fuerzas militares de los rebeldes para ejercer esa presión. El exministro de RR. EE. estadounidense, John Kerry, se quejó muchas veces del poco compromiso militar de su país. Fue allí cuando tomó distancia, en ese tema, del expresidente Barack Obama, quien verdaderamente llevó a cabo una política muy moderada respecto de Siria.

Un vacío peligroso

Esa política dejó lugar a otros protagonistas, sobre todo, a Rusia, Irán y al Hizbolá libanés. EE. UU. está hoy ante el mismo dilema que antes. El espacio que deja en Siria será ocupado por otros protagonistas de inmediato. La decisión de no respaldar más a los rebeldes podría animar a otros países, por ejemplo, a los del Golfo Árabe, a intervenir masivamente.

Eso, a su vez, podría significar un recrudecimiento de los combates. Y habría que ver si los nuevos actores en este conflicto también apoyarían a las fuerzas rebeldes moderadas, algo que EE. UU. se atribuía. Asimismo, los estadounidenses decían que querían evitar la entrega de armamento, algo que no es seguro que hagan los nuevos protagonistas.

Syrien Krieg - Kämpfe in Deraa
Imagen: Reuters/A. Al-Faqir

Irán contra Arabia Saudita

El compromiso que ahora abandonan los estadounidenses no es solo un triunfo para Putin y su protegido, Assad. El endurecimiento de las relaciones entre Irán y EE. UU., según el diario Al Araby al Jadeed, también podría contribuir a atizar una vez más las luchas en el campo de batalla sirio.

"Sería catastrófico que la guerra fría saudita-iraní se combustione", escribe el periódico, ya que esa guerra también se está peleando, "además de en Yemen, también en Siria". Pero está por verse en qué medida los rusos, en lugar de los estadounidenses, están en condiciones de influir para moderar a los saudíes. Según el matutino, la decisión de EE. UU. también afecta su reputación. "Todos los partidos de la región podrían dejar de ver a EE. UU. como un aliado confiable", escribe el Al Araby al-jadeed.

Temores de Israel

Debido a la retirada de EE. UU., Israel teme que Hizbolá, con la protección de Irán, pueda extenderse a los Altos del Golán. De ser así, se abriría un frente fácilmente inflamable en la región. Assad ha ganado más poder. Y el hecho de que EE. UU. tome, en consecuencia, la decisión de seguir retirándose de Cercano Oriente es algo que intranquiliza a muchos.

Autor: Kersten Knipp (CP/ VT)