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La presa está construida, pero la pobreza continúa

Martin Reeh / CS21 de agosto de 2012

El proyecto Lesotho Highlands Water Project recibe críticas por su impacto social. Tras la primera fase de construcción, el Banco Mundial sostiene que el objetivo de luchar contra la pobreza no ha sido alcanzado.

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Antes y después: el embalse de 185 metros de altura y 710 metros de anchura ha inundado un terreno de casi 36 kilómetros cuadrados. La cuenca hidrográfica es de 1.867 kilómetros cuadrados.Imagen: NASA Earth Observatory, Jesse Allen

No existe presa sin su respectiva protesta. Ya sea por la inundación de ciudades enteras en la Presa de las Tres Gargantas, en China, o por la resistencia encabezada por el obispo austríaco Erwin Kräutler contra una central hidroeléctrica en el Amazonas, en Brasil, los proyectos de presas acaparan los titulares. Y crean problemas, tanto para los habitantes como para los planificadores.

El proyecto Lesotho Highlands Water Project (LHWP) representa una excepción, por lo menos en cuanto a los titulares. Esto se debe principalmente a que Lesoto se mueve en general por debajo del radar de la opinión pública mundial, al igual que Sudáfrica desde el fin del apartheid. Pero las críticas por parte de organizaciones no gubernamentales en los proyectos de embalses son tan feroces como las de China y Brasil. Éstas secentran en los aspectos sociales del proyecto, mientras que las cuestiones ecológicas juegan un papel marginal.

Incluso el Banco Mundial vierte críticas sobre el proyecto

El Banco Mundial, que había subvencionadola construcción del embalse, hizo un balance crítico de la primera fase del proyecto en un estudio interno: “El exitoso programa de infraestructura de aguas será uno de los pilares principales del desarrollo de Lesoto en las décadas venideras. Sin embargo, los ingresos del proyecto no han sido dedicados a la reducción de la pobreza, su principal objetivo”, sostiene el informe. Y eso que se habían puesto grandes esperanzas en los beneficios de la central hidroeléctrica, ya que la distribución de la riqueza en Lesoto es una de las más desiguales del continente africano. Más del 60 por ciento de la población vive por debajo del umbral de pobreza. A Sudáfrica le falta agua, y Lesoto es pobre: parecía ser una situación beneficiosa para ambas partes.

Sin embargo, no fue el caso. No hubo control en cuanto al uso de los fondos: se escurrían en medio de la nada, o las empresas locales los utilizaban para financiar intereses propios. La organización no gubernamental International Rivers realiza el seguimiento del proyecto desde hace años. International Rivers sostiene que muchos de los habitantes que fueron directamente afectados por la construcción del embalse de Katse están peor que antes, debido a que el pago de las indemnizaciones por la pérdida de casas o pastos se retrasó muchos años.

El Banco Mundial ve la política de indemnización en una luz algo más positiva, pero observa críticamente que se concentren en dar pagos en lugar de dar ayudas para que los afectados puedan valerse por sí mismos. En otras palabras, una parte de los afectados ahora depende permanentemente de las ayudas. Según el Banco Mundial, se tendrá que elaborar un programa de indemnización en cooperación con los afectados en vez de imponerlo de desde arriba hacia abajo.

Con el embalse vino el sida

A esto se suma el problema del sida que, según las organizaciones no gubernamentales, fue transmitido por los obreros traídos para trabajar en el embalse, y que se ha extendido por todo el país. Una gran parte de los trabajadores provenía de Sudáfrica y vivía en campamentos. El Banco Mundial asegura no disponer de datos exactos acerca de la propagación del sida en Lesoto, pero en su estudio considera posible el contagio a través de los obreros.

El informe indica una vía de infección parecida a la de Sudáfrica: allí, los mineros, viviendo en campamentos, mantenían contacto con prostitutas que, a su vez, contagiaban con el virus a sus familias en sus casas. Hoy en día, una cuarta parte de la población de Lesoto está infectada. Naturalmente, el servicio de sanidad en el país de bajos recursosno está preparado para esta situación. Por otra parte, durante la construcción del embalse se produjeron tensiones porque se pagaba mejor a los trabajadores sudafricanos. En1996, durante una huelga, la policía mató a tiros a cinco personas.

No obstante, también se ha logrado registrarun gran éxito. Lesoto pasó a la historia en la lucha contra la corrupción. En un juicio altamente mediático, el antiguo director del LHWP, Masupha Sole, fue declarado culpable de aceptar dinero de soborno de consorcios internacionales que querían ganarse el contrato. Además, las empresas también fueron declaradas culpables. Sin embargo, fue justamente Masupha Sole quien, poco después de su puesta en libertad, fue nombrado asesor técnico en jefe para la segunda fase del proyecto.

¿Refuerza el embalse el éxodo del campo?

International Rivers, en su evaluación sobrelas consecuencias económicas de la próxima fase del proyecto, dice no estar segura. Según la organización, el embalse proporciona una infraestructura urgentemente necesaria, suministra energía a la región y crea empleo en Lesoto, por lo menos durante cierto tiempo. Pero, ¿qué sucederá a largo plazo? De acuerdo con la organización, en caso de que el impacto económico no sea sostenible, muchos habitantes podrían intentar emigrar a Sudáfrica, ya que el embalse inundará sus campos y destruirá su base de subsistencia. Sin embargo, Sudáfrica está cerrando sus fronteras. Los habitantes de Lesoto tendrían que probar suerte como inmigrantes ilegales en el país vecino.

Autor: Martin Reeh / CS
Editora: Lydia Aranda Barandiain