La sorprendente revolución de los robots humanoides
21 de octubre de 2013La ayuda de máquinas inteligentes, no vendrá de robots con características físicas como las de R2-D2 o Robotina, sino características humanas.
Para el profesor Alexander Waibel, del Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT), las fastidiosas tareas de la vida cotidiana serán dejadas en manos de robots humanoides con los que también conviviremos día a día. Su departamento se centra en mejorar las habilidades de los robots, como el aprendizaje del habla y reconocimiento de idiomas.
“Lo que nosotros hacemos aquí es facilitar la interacción entre robots y humanos. Es importante que la gente pueda interactuar con este tipo de máquinas. El robot debe poder hablar con la gente, mirar de un lado para otro, debe poder agarrar algo con las manos, se le debe poder mostrar algo. Hay grupos que se dedican a desarrollar la mímica, gestos, sonrisas, etcétera. Cada desarrollo trata de un componente humano”, comenta el profesor Waibel.
Miedos vienen de la ciencia ficción
Para realizar movimientos los robots utilizan motores que les han sido colocados en todo el cuerpo y que llevan incluso en el rostro. Al activarlos pueden mover las cejas de manera que parezca que fruncen el ceño o las levantan para denotar sorpresa y felicidad. El desarrollo en la robótica impresiona tanto que despierta inquietudes en la sociedad, pero el profesor del KIT ve la situación desde otro ángulo.
“Algunas de las preocupaciones de la gente vienen de la ciencia ficción. Yo no creo que el humano construya cosas que no puedan ser finalmente aceptadas por la sociedad. Construimos y compramos cosas que nos parecen agradables y hay usos para lo que los robots serán positivos como el caso de gente que vive sola y no se puede mover o ancianos que necesiten la ayuda de enfermeros. Hay muchas actividades en las que la ayuda de los robots es deseada sin convertirse en un conflicto filosófico”, dice Waibel.
¿Cuándo se verán en Latinoamérica?
La mayoría de los científicos comenta que en un plazo de 10 a 30 años se verán muchos robots humanoides en el entorno social y laboral. El mexicano Luis Jorge de Luna, graduado de maestría del Instituto Tecnológico de Eindhoven en Holanda, menciona que no sentiría más que curiosidad y asombro si algún día se encontrara con un robot humanoide en la calle.
“Imagino robots llevando a cabo diagnósticos médicos y tomando decisiones para empresas. Definitivamente cambiarán la vida de los seres humanos, incluso al mismo nivel de la revolución industrial. Lo interesante será saber hasta qué punto serán capaces de aprender. Tal vez incluso llegue el momento en que seamos irrelevantes para trabajos intelectuales. Es una idea interesante pero a la vez incómoda”, comenta Luis Jorge.
Al respecto el profesor Waibel aclara que aunque algunas actividades consideradas de gran dificultad como hacer cálculos matemáticos, han pasado a formar parte de las tareas más importantes de las máquinas, hay algunas que no podrán hacer.
“Trabajos en los que se requiere intuición, que se refieren a asuntos importantes para la sociedad, se podrían imitar en el mejor de los casos, pero de ninguna manera se puede programar el desarrollo de un trabajo intelectual.”
Pero aún cuando no logren realizar este tipo de tareas en el futuro, Luis Jorge de Luna comenta que el desarrollo de robots con capacidad de aprender, es un paso en la dirección correcta.
El científico mexicano calcula que los robots tardarán más en llegar a Latinoamérica que a otros países. “Nuestra región no se caracteriza por invertir mucho en investigación y desarrollo. Los países desarrollados disfrutarán de estos avances mucho antes que América Latina, pero eventualmente terminará siendo normal tenerlos en todo el mundo. Probablemente veremos robots similares de 3 a 5 años después de que sean implementados en Europa o Estados Unidos.”
¿Podría desarrollar el ser humano sentimientos hacia un robot?
Una de las características más especiales del ser humano es la capacidad de sentir. Se siente cariño por la familia, la mascota e incluso hay objetos a los que se le da un valor sentimental. Falta ver qué pasará cuando se tenga la constante compañía de un objeto con características humanas, que puede hablar, actuar y demostrar sentimientos y cuya única diferencia consista en que está compuesto de cables y una computadora.
Según la biomédica Rocío Cabrera, los robots humanoides formarán poco a poco parte de nuestra vida diaria. “Con el paso del tiempo aprenderemos a integrar a los robots a nuestras vidas, así lo hemos hecho con el resto de las tecnologías. Sin embargo, debemos recordar que serán utilizados para mejorar y facilitar, no para sustituir, la interacción entre humanos”, afirma la mexicana ubicada en Francia.
Los robots pueden realizar muchas actividades autonomamente. Los robots diseñados para ayudar en el hogar, se les darán indicaciones, como cargar el lavavajillas y lo harán. Sin embargo tras cada una de estas acciones hay un algoritmo programado. Los robots no tienen voluntad propia y probablemente nunca la tendrán.
“Yo no creo que en el futuro todo sea blanco y negro sino una mezcla en la que las máquinas también formen parte de la sociedad y permitan la interacción entre humanos. Sí creo que pueda pasar que humanos desarrollen sentimientos por robots. No sé si algún día ya no se vea una diferencia entre humanos y robots o si no se quiera ver la diferencia. Esa es la pregunta y la preocupación", asegura el profesor Waibel.