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“La tarea de Europa nunca llega a su fin”

Bernd Riegert (CP)17 de abril de 2014

Hans Gert Pöttering es el último diputado en actividad que participó en 1979 en las primeas elecciones parlamentarias europeas. Ahora concluye su carrera parlamentaria y habló con DW, haciendo un balance.

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Hans Gert Pöttering.
Hans Gert Pöttering.Imagen: DW/Bernd Riegert

Deutsche Welle: Sr. Pöttering, usted se retira del Parlamento Europeo. ¿Alcanzó Europa sus objetivos para que usted pueda irse con la conciencia tranquila?

Si su pregunta es de tipo político, entonces debo decirle que Europa nunca llegará del todo a la meta, pero sí que hemos logrado mucho. En 1979, el año de las primeras elecciones europeas, Europa estaba dividida, y Alemania también. Hoy, Alemania está reunificada. Estonia, Letonia y Lituania formaban entonces parte de la Unión Soviética, y hoy son parte de la comunidad de valores de la Unión Europea. Lo mismo sucede con Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Bulgaria, Rumania y Croacia. Es una evolución maravillosa, que en 1979 era aún impensable. Eso nos demuestra que la UE no es una comunidad geográfica o política que se formó por casualidad. Se trata de una comunidad de valores, basada en la dignidad del ser humano, en los derechos humanos, en la libertad, la paz y la democracia.

El Parlamento Europeo, que en 1979 no tenía el poder de aprobar leyes, es ahora un organismo fuerte e influyente. También esa es una evolución positiva, pero aún quedan muchos desafíos. La aceptación de la UE por parte de los ciudadanos no es la que corresponde a la importancia que tiene la Unión Europea. En eso debemos continuar trabajando. Me retiro del Parlamento Europeo con gran agradecimiento porque pude vivir muchos momentos significativos, pero, sobre todo, porque pude cooperar para el bien de la Unión Europea.

El porcentaje de aprobación de los ciudadanos europeos a sus instituciones en Bruselas y en Estrasburgo es más bajo que nunca. ¿Se siente triste por eso?

Claro que debe entristecernos, y debe ser nuestra misión seguir trabajando para la Unión Europea. Pero la aprobación a la tarea de los políticos no solo se puede mejorar en la UE, sino también a nivel nacional, en todos los países de la comunidad europea. La participación en las elecciones se ha reducido en todos los niveles, y eso nos muestra que tenemos que mejorar nuestro contacto con los ciudadanos. Pero también ellos deben ser conscientes del significado de la Unión Europea, ya que nunca antes los ciudadanos vivieron en libertad, en una democracia y, sobre todo, en paz. Los desafíos financieros y económicos, así como la alta tasa de desempleo juvenil en Europa, algo muy preocupante, hacen que Europa no tenga tan buena imagen. En eso debemos seguir trabajando, y a cada generación se le presentan nuevos desafíos en lo que a la unificación de Europa respecta.

El Parlamento Europeo tiene hoy muchas más atribuciones e influencia que en 1979, cuando usted comenzó su carrera. Sin embargo, el Tribunal Constitucional Alemán dice que no es un “verdadero” Parlamento, ya que los votos no se ponderan como lo consideran correcto los especialistas. ¿Qué opina de eso?

Yo mismo soy jurista y recorrí el camino del Parlamento Europeo desde 1979. Po eso, me permito juzgar como incorrecta la decisión de los cinco jueces del Segundo Senado de ese Tribunal, que creyeron que había que anular la barrera del tres por ciento de votos porque el Parlamento Europeo no es tan importante. Me pone un poco triste el hecho de que nuestro tribunal supremo haya podido llegar a un dictamen semejante. Y estoy contento de que tengamos una Corte Europea de Justicia en Luxemburgo que es la que tiene la última palabra. El derecho europeo está por encima del derecho nacional de cada país.

Cuando comenzó, en 1979, la UE aún era pequeña, y Europa estaba dividida. Ahora llegamos a un punto en el que muchos temen que Europa esté ante una nueva división. ¿Pensó alguna vez que algo así podía llegar a suceder nuevamente, que podríamos enfrentarnos a un desafío de política exterior tan serio como este?

En primer lugar, deberíamos alegrarnos de que los 28 países de la UE, con más de 500 millones de personas, vivan juntos en libertad, en una democracia y en una comunidad de derecho. Eso es un avance sumamente importante en la historia de Europa. Pero no hubiera pensado nunca que Rusia podría comportase así con Ucrania, como lo estamos viendo ahora. Eso demuestra cuán importante es que estemos unidos dentro de la Unión Europea y que podamos decirle a los rusos lo que esperamos de ellos. Rusia es un gran país, y tiene un gran significado para la paz en nuestro continente en el siglo XXI. Pero también debe atenerse al derecho internacional. Tenemos que ponernos del lado de los ciudadanos de Ucrania.