"La UE necesita a Merkel"
10 de julio de 2012
Deutsche Welle: Sra. Reding, como consecuencia de la crisis financiera se habla cada vez más de una posible unión política en Europa. ¿Es un debate justificado, o es una manera de escapar de la crisis?
Viviane Reding: Hace décadas que ya se está discutiendo acerca de una unión política. Solo que en Europa siempre pasa lo mismo: cuando las cosas salen bien, nos recostamos en los laureles. Pero cuando estamos en dificultades, entonces se plantea la necesidad de urgentes reformas. Y esta vez la reforma se está imponiendo mucho más velozmente de lo que estamos acostumbrados. Si queremos sobrevivir, tenemos que estabilizar a Europa convirtiéndola en una unión política.
Si se observan las diferencias entre los EE. UU. y la Unión Europea, EE. UU. tiene una deuda mucho mayor y también un déficit más alto que el de la eurozona. Su deuda es del 101 por ciento del Producto Bruto Interno, y en Europa tenemos un 91 por ciento del PIB. El déficit de EE. UU. es del siete por ciento del PI, y en la eurozona tenemos un tres por ciento del PIB. Es decir que ellos están peor que nosotros. Pero, ¿oyó alguna vez que el dólar está en peligro? Nunca. ¿Por qué? Muy fácil, porque en EE. UU. se creó una unión política y fiscal. Y eso es exactamente lo mismo que debemos hacer nosotros para, en primer lugar, asegurar nuestra economía y, en segundo lugar, para poder seguir teniendo derecho a tomar parte en las decisiones en el escenario internacional.
Son muchos los defensores de una unión política, y, sin embargo, es un tema complicado. La clase política europea entiende el concepto de unión política de manera muy diversa. ¿Cómo es su visión? ¿Cómo debería ser, según usted, la estructura de una unión política de ese tipo?
No sería muy diferente de la que tienen ustedes en Alemania: un Gobierno federal y los estados federados con poder de decisión. Así veo también a la Unión Europea, como a una confederación europea. No se trata de abolir los Estados individuales. Queremos que se mantenga la diversidad cultural e idiomática, pero necesitamos un Gobierno federal fuerte y una representación europea sólida. Por ejemplo, con dos cámaras, como las tiene hoy también Alemania. Actualmente existe una combinación de esas instancias. Necesitamos un Parlamento que se elija por voto directo, donde el voto de cada ciudadano sea válido, y una cámara formada por los Estados europeos, en la que cada país esté representado equitativamente. Entonces, el jefe del Gobierno europeo sería elegido por esa representación de Estados europeos en forma directa. Eso sería una democracia parlamentaria como la que necesitamos en Europa.
¿Cuánto poder debería otorgársele al jefe de Gobierno europeo?
El mismo que al jefe de Gobierno en Alemania, por ejemplo. Hay una distribución de poder entre las atribuciones de la confederación y la de los estados federados. En una unión europea, eso tendría que aplicarse a la política exterior y a la de finanzas y presupuesto. Y además se debería manejar un presupuesto que tome en consideración la política económica de toda Europa. Hoy contamos con un presupuesto de la Unión Europea que corresponde al uno por ciento del Producto Interno Bruto de todos los 27 Estado miembros. En comparación, EE. UU. posee un presupuesto a nivel nacional que está en un 35 por ciento del PIB. Es decir que cuando en Washington se toma una decisión, también se cuenta con el dinero necesario. En Europa esto aún no es así, lamentablemente.
Si se concretase una unión política europea, algunos políticos tendrían temor de ceder la soberanía a Bruselas. ¿Qué se podría hacer en ese caso?
Yo lo diría con las palabras de Angela Merkel: no se trata de perder soberanía, sino de compartirla, de consolidar las soberanías para tener una soberanía más fuerte, ya que cada uno de los países europeos, vistos en forma individual, somos demasiado pequeños. Y no me refiero únicamente a mi país, Luxemburgo. También Alemania es demasiado pequeña como para poder subsistir en el mundo. Y Francia también. Todavía no lo han notado, pero es así. Solo unidos se escuchará nuestra voz en el contexto mundial. Eso es lo que quiere Angela Merkel, y eso es lo que también quiero yo. Necesitamos más Europa, sobre todo en lo que respecta a los gastos.
Sra. Reding, mirando hacia el futuro, ¿cuándo cree usted que se podrá implementar una unión política en Europa?
Ya se concretó, en el sentido de que en la última cumbre los jefes de Estado y de Gobierno aceptaron el “Plan de cuatro presidentes” sobre el futuro de una unión política europea como base de trabajo. En octubre se entregará un balance intermedio para que poder presentar en diciembre un mapa de ruta definitivo. En realidad, pienso que se logrará antes, porque debemos actuar más rápido de lo previsto para elaborar un acuerdo en el que se traduzcan todos los aspectos mencionados, incluyendo también las demandas de los ciudadanos, en cambios concretos. En el 2014 se llevarán a cabo elecciones a nivel europeo, y allí la gente tendrá la oportunidad de elegir a los candidatos que están a favor o en contra de una unión política. Creo que, hasta el 2015, la estructura de la unión política europea está bastante clara.
¿Y cómo ve usted el rol de Alemania en este proceso?
Alemania es un gran país, y siempre ha asumido un rol de liderazgo con conciencia de su responsabilidad. Hasta ahora, Angela Merkel ha hecho las cosas con mucha calma y amplitud de miras. Necesitamos a Angela, eso es lo que siempre digo. Pero no solo a Angela. Somos 27 países en la Unión Europea, y cada uno debe aportar lo suyo para que este continente se unifique para bien de todos. No puede haber una Europa alemana, pero el hogar de Europa también está en Alemania.
Viviane Reding, nacida el 27 de abril de 1951 en Esch-sur Alzette, Luxemburgo, es vicepresidenta de la Comisión Europea desde febrero de 2010. Está a cargo de la Justicia, los Derechos Fundamentales y la Ciudadanía. Desde 2004 a 2010 fue comisaria de Información y Medios de la Unión Europea. Estudió antropología en La Sorbona (París), y luego de finalizar su carrera trabajó como periodista en el periódico Luxemburger Wort, de Luxemburgo. En 1979, Viviane Reding comenzó a trabajar en la política en el Partido Popular Social Cristiano de ese país.
Entrevista: Ralf Bosen (CP)
Editor: Enrique López