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Lafontaine y Gysi: prometer no cuesta nada

5 de agosto de 2005

Por primera vez comparecieron juntos ante la prensa. Oskar Lafontaine y Gregor Gysi, los candidatos de la "nueva izquierda", prometen lo imposible, y buscan cambiar el escenario político alemán.

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Gregor Gysi y Oskar Lafontaine presentan su programa conjunto.Imagen: dpa - Bildfunk

Como si su máxima fuera no el cumplir lo que prometen sino ganar las elecciones, el ex -socialdemócrata Oskar Lafontaine y el poscomunista Gregor Gysi presentaron el programa electoral del nuevo partido "La Izquierda.PDS", que críticos califican como incosteable y poco serio.

Bajo el lema "En pos de una nueva idea social", el partido enarbola la lucha por la creación de fuentes de empleo como su caballito de batalla electoral. La nueva formación ha postulado como su principal objetivo la introducción de un sueldo mínimo (inexistente en Alemania), consistente en 1.400 euros antes de impuestos.

A repartir dinero

Logo Die Linke
Logo del partido La Izquierda.

El programa de 30 páginas presentado en Berlín comprende un catálogo de medidas, entre ellas un "seguro social básico" mensual, consistente en 750 euros para solteros y 1.900 euros para familias con hijos. A pensionistas y jubilados asegura que de ganar las elecciones, su gobierno les dará una mensualidad de 800 euros como mínimo. Como prometer no cuesta nada, la filiación garantiza a todo egresado de educación media un lugar de capacitación para realizar una carrera corta.

También dirige su artillería electoral al ejército de desempleados prometiendo que de llegar a gobernar dará marcha atrás a las reformas introducidas por el actual canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder. Los recortes a la ayuda para desempleados han reducido estas ayudas hasta los 420 euros.

Financiamiento "poco serio"

Gregor Gysi Wahlparteitag der PDS jetzt Die Linkspartei
Gregor Gysi, candidato del Partido La Izquierda.Imagen: AP

Lafontaine y Gysi defendieron el programa del partido de críticas de periodistas que pusieron en tela de juicio la seriedad en el financiamiento de sus propuestas. A esto Lafontaine respondió que si tan sólo "la rica Alemania gravara a sus ciudadanos como lo hace Estados Unidos, el Estado germano tendría 50 mil millones de euros más en sus arcas". Los nuevos gastos en los que incurriría un gobierno encabezado por Lafontaine y Gysi serían financiados a través de un nuevo sistema fiscal, basado en impuestos a los ricos y un mayor gravamen a la herencia, que significarían ingresos de más de 60 mil millones de euros.

"Queremos promover un nuevo clima social", dijo Gysi. Lafontaine añadió que es una falsa creencia el pensar que puede haber crecimiento económico cuando al pueblo le va mal. "Después de 20 años de experimentos con una filosofía económica aceptada pero poco exitosa, es hora de cambiar de rumbo", dijo. Lafontaine postuló la máxima keynesiana al señalar que "sólo fortaleciendo el mercado interno puede darse un impulso a la coyuntura y al crecimiento económico".

Se distancia de Estados Unidos

Soldat einer Spezialeinheit auf afghanischem Boden
Imagen: AP

Durante la multitudinaria rueda de prensa, ambos políticos no sólo dieron la espalda a la dolorosa política neoliberal, sino proponen dar marcha atrás a la dudosa política de seguridad del actual gobierno. En política exterior, Lafontaine, ex-estrella socialdemócrata, se pronunció a favor de replegar las tropas alemanas en Afganistán, que se encuentran en dicho país desde el derrocamiento del régimen talibán. "La manera en que se ha hecho la guerra (contra el terrorismo) ha conducido a una creciente ola de atentados en los países involucrados", dijo. Lafontaine afirmó que es responsabilidad del gobierno el proteger a Alemania de ataques terroristas.

En caso de un triunfo electoral del Partido La Izquierda, Lafontaine y Gysi asumirían la dirección del nuevo gobierno pero no especificaron quién sería canciller. Ambos políticos declinaron una coalición con el Partido Socialdemócrata Alemán "por algún tiempo", aunque reconocieron que a finales de esta década la constelación política podría ser diferente.