Las ciudades más festivas de Europa

Desde el 12 de noviembre, las calles y plazas de Viena están iluminadas con brillantes luces, como aquí en Viena Graben, una animada calle comercial. Las personas vacunadas contra el COVID-19 o que se han recuperado pueden al menos disfrutar del ambiente festivo: para ellos, el cierre terminó el tercer domingo de Adviento.

Un gran árbol decorado festivamente adorna el centro de Praga, aunque tradicionalmente no se decoran hasta la mañana de Navidad. Varios mercados navideños salpican la ciudad, invitando a los clientes, por ejemplo, a degustar "trdelník", un pastel de nueces cubierto de azúcar en polvo.

El mundialmente famoso parque de atracciones Tivoli atrae a visitantes de todo el mundo en cualquier época del año. Sin embargo, es cerca de Navidad cuando el ambiente aquí es más especial. Todo el parque está decorado y con multitud de luces. Y, por supuesto, Santa Claus y sus renos visitan el gran mercado navideño.

Mallorca, la isla de vacaciones más popular de los alemanes, se viste de esplendor antes de la Navidad. Lo más destacado es el árbol de 27 metros de altura frente a la catedral de Palma. Unos 4.200 elementos de iluminación y más de 415 kilómetros de luces coloridas iluminan la capital de la isla. Es hermoso, pero también muy caro: el espectáculo cuesta casi 1,5 millones de euros.

Cada año, cientos de puestos e innumerables luces hacen de Basilea una de las ciudades más bellas de Europa. Especialmente el pintoresco casco antiguo, como la plaza Barfüsser, brilla con un esplendor festivo. Innumerables tiendas atraen a turistas y lugareños que compran hermosos regalos. Sin embargo, debido a la pandemia, el acceso al mercado solo está permitido con certificado de vacunación.

Bajo el árbol bellamente decorado en la plaza del mercado de Katowice, los visitantes se sumergen en el espíritu festivo. El paseo en sillas voladoras, la noria gigante y la pista de hielo encantarán a grandes y pequeños y los que todavía necesiten comprar regalos seguramente encontrarán algo adecuado en los innumerables puestos que venden adornos, artesanías y especialidades culinarias.

El mercado navideño de la capital húngara ha sido considerado uno de los más bellos de Europa durante años. Después de ser cancelado en 2020 debido a la pandemia, los funcionarios de la ciudad han permitido que la magia de las luces vuelva a tener lugar este año, pero nuevamente el acceso solo está permitido con certificado COVID-19.

Los pintorescos callejones del centro histórico de Estocolmo, como este en Osterlanggatan, en Gamla Stan, se iluminan con decoraciones festivas durante las noches frías. En el tradicional mercado navideño del museo al aire libre de Skansen, los visitantes pueden hacer sus propias velas y ver cómo se hornea el pan. O simplemente acurrucarse con galletas de jengibre y grog.

Como cada año, un árbol de navidad noruego brilla en Trafalgar Square, en Londres. El abeto es un regalo de la ciudad de Oslo en agradecimiento por el apoyo británico durante la ocupación de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Pero para la mayoría de los transeúntes, probablemente sea solo uno de los muchos lugares navideños bellamente decorados en la capital.

La capital belga se convierte en un colorido paraíso invernal cuando la Grand-Place y otras plazas de la ciudad albergan mercados navideños. Varios cientos de pequeñas cabañas de madera y miles de luces generan un ambiente festivo. Y si deseas escapar del ajetreo y el bullicio por unos minutos, puedes dar unas vueltas en la noria gigante.

Finalmente, un vistazo a la nevada Rovaniemi, en Finlandia, conocida como la "aldea de Santa". Aquí, los turistas pueden disfrutar de un paseo por el Círculo Polar Ártico, que atraviesa el pueblo y está marcado con los faros que se ven en la foto, los cuales también ayudan a Santa a encontrar el camino de regreso. En este espíritu, ¡permítannos desearles una muy feliz Navidad!