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Las guerras que no pueden ganar los militares

DW-WORLD1 de agosto de 2007

Dos conflictos militarmente insolubles son tema en los editoriales europeos: el que llegó a su fin con la retirada de las tropas británicas en Irlanda del Norte y otro, que no tiene visos de acabar, en Afganistán.

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Un soldado británico, de regreso a su cuartel.Imagen: AP

El periódico Kieler Nachrichten, de Kiel, comenta sobre Irlanda del Norte: “38 años transcurrieron hasta que se logró imponer la convicción de que el conflicto de Irlanda del Norte -que siempre había sido visto como una guerra- no podría ser jamás resuelto por la vía militar. El proceso cobró 3.500 vidas. Entretanto, católicos y protestantes han comprendido que sólo unidos podrán garantizar la paz social y el bienestar de la provincia. Es evidente que para ello requieren apoyo de Londres y el nuevo premier está dispuesto a entregarlo. Gordon Brown prometió un programa de inversiones de cerca de 76 mil millones de euros.”

Terroristas de ayer y de hoy

Nepszabadsag, de Budapest: “La diferencia (entre los terroristas de antaño y los de ahora) es aterradora: los ‘soldados’ católicos del IRA y los comandos protestantes representaban intereses locales y traducían los odios locales en terrorismo. Prácticamente no tenía apoyo de afuera. (…) El antiguo terrorista elegía sus objetivos y víctimas, y a menudo seleccionaba a estas últimas según su orientación religiosa. Para los terroristas de hoy, cualquier grupo de viajeros de un vagón de Metro resulta apropiado como blanco”.

Afganistán: el factor de la opinión pública

Der Standard, de Viena, dedica su editorial al conflicto de Afganistán: “Aún no es demasiado tarde para volver a conquistar el corazón y la mente de los afganos. Las tropas internacionales hacen una estupenda labor, en un medio extraordinariamente hostil. Pero ésta no es una guerra que se pueda ganar utilizando únicamente recursos militares. También la percepción de la opinión pública constituye un factor decisivo. Y dado que se cuenta con una gran ofensiva militar talibán para la próxima primavera, si no se aplica ahora una exitosa estrategia local, podría desperdiciarse la última oportunidad de la comunidad internacional para erigir un Afganistán seguro y estable.”

Talibanes, al margen de la civilización

Aftenposten, de Oslo: “Independientemente de lo que ocurra, los talibanes se han marginado del mundo civilizado con su repudiable y horrendo proceder en el secuestro de 23 rehenes sudcoreanos. Una vez más dificultan la vida de todos los demás musulmanes, porque se autoproclaman los más creyentes guerreros del Islam. Los talibanes dañan la imagen de esa religión, como también lo ha hecho la red terrorista de Al Qaeda, en medida aún mayor. En el nombre de Dios se asesina a civiles inocentes. (…) Si el gobierno afgano y la OTAN fueran igualmente brutales, darían muerte a sus propios prisioneros talibanes. Ese sería un proceder simétrico. Pero violaría todas las reglas fundamentales del derecho y también de la guerra”.