Las luces y sombras de Sharon
6 de enero de 2006Le Figaro, de París, opina: "Como ninguno antes que él, Ariel Sharon logró imponer sus decisiones a la ciudadanía. El inventor del 'proceso de paz unilateral' -sin negociaciones con los palestinos y con un mínimo de consultas internacionales- sorprendió al mundo. (...) El vacío que produciría la ausencia de este jefe de gobierno, que parece más grande que la realidad y se confirió la estatura de un hombre providencial, parece insuperable. (...) El país que, cansado de tantas guerras, se dejó guiar por la energía de un solo hombre, ahora se encamina de regreso a la normalidad: es un retorno a las divisiones, a las coaliciones incapaces de gobernar, en suma, al estancamiento y al resurgir de la violencia".
Veredicto pendiente
The Guardian, de Londres, apunta: "Hay mucha gente -y no sólo árabes- que se sentirían felices si Ariel Sharon está bajo tierra, no necesariamente tras una muerte pacífica en la cama, a consecuencia de un derrame cerebral. Sin embargo, la perspectiva a todas luces cierta de que puede desaparecer del escenario político israelí, sólo puede constituir una mala noticia para aquellos que esperaban que hubiera solución para el conflicto más persistente del mundo. Describir la trayectoria política de Sharon como la de un una transformación directa de halcón en paloma, sería una simplificación inadmisible. Ciertamente fue un halcón, cuya carrera completa como soldado y político estuvo ligada a la violencia que siempre ha caracterizado las relaciones entre judíos y árabes en Tierra Santa. No obstante, resultará difícil emitir un juicio definitivo sobre el legado del hombre que algunos recordarán como 'el carnicero de Beirut', si éste no puede conducir a su partido a las cruciales elecciones de marzo".
Moralismo europeo
Die Welt, de Berlín, comenta: " Pese a sus logros en materia de política de paz, Sharon sigue siendo una figura negativa en amplios círculos de Europa y Alemania; un guerrero que quizá con la edad se haya suavizado un poco, una máquina de combate que se contrapone a todos los valores de los que se congratulan los europeos. La crítica contra Sharon, sorprendentemente resistente a los hechos, tiene probablemente menos que ver con el antisemitismo diagnosticado por acto reflejo que con un moralismo que se extiende en Europa, que aplica su óptica al resto del mundo. Ese punto de vista no toma en cuenta que Israel es un campo minado, rodeado de enemigos, cuyos ciudadanos corren el peligro de ser dinamitados por un extremista islámico en un centro comercial cualquiera".
Democracia robusta
El Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich, señala: "Israel ya ha superado con anterioridad abruptos cambios de gobierno. El asesinato del primer ministro Yitzak Rabin conmocionó al estado judío, pero no lo derrribó. Tras ese atentado, los extremistas no cobraron más fuerza; la democracia israelí fue suficientemente robusta. No obstante, Sharon abre, en un momento crítico, un gran vacío difícil de llenar."