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Moscas prueban la existencia de un sexto sabor desconocido

27 de marzo de 2023

Una habilidad gustativa perdida por el ser humano fue detectada en las moscas de la fruta. Esta capacidad les ayuda a determinar si un alimento tiene un pH muy elevado, un factor fundamental para su supervivencia.

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Moscas de la fruta
Dos moscas de la fruta, una masculina (derecha) y una femenina.Imagen: Floris van Breugel/Nature Picture Library/IMAGO

Un grupo de investigadores ha descubierto que la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) es capaz de detectar un sexto sabor del que no se sabía su existencia, el cual ha sido llamado alcalino, según se detalla en un estudio recientemente publicado por la revista Nature Metabolism.

El ser humano tiene la habilidad de reconocer al menos cinco sabores en su boca: el ácido, el amargo, el dulce, el salado y el umami. Estos conforman lo que normalmente se conoce como la capacidad o el sentido del "gusto".

No es placer, es supervivencia

En los humanos, el gusto está relacionado directamente con la inclinación por comer algo que produce una experiencia sensorial placentera, pero en el caso de animales, como las moscas de la fruta, no se trata de preferencias, sino de supervivencia.

Los científicos han logrado comprobar que D. melanogaster es capaz de detectar un potencial de Hidrógeno (pH) elevado en los alimentos gracias a unos receptores que posee en su boca y patas, los cuales le sirven para identificar los nutrientes y alimentarse sin intoxicarse.

Una habilidad perdida por el ser humano

La escala de pH, con la cual se determina el grado de acidez o basicidad de una sustancia, se calcula de 0 a 14, siendo 0 el máximo de acidez, 14 el máximo de alcalinidad, y 7 el punto neutro. Ambos extremos deben evitarse, ya que representan un peligro para la salud, tanto para humanos como animales.

El ser humano está más familiarizado con los sabores ácidos (menores a 7). En tanto, los sabores alcalinos (mayores a 7), de los que no se conoce mucho, dejaron de ser detectados durante la evolución de nuestra especie, pero las moscas de la fruta conservaron esta habilidad para poder subsistir.

Una edición genética fue la clave 

A través de la técnica de edición genética CRISPR, los investigadores descubrieron que un gen codificado como CG12344, nombrado como alka, le permite a la mosca de la fruta distinguir el nivel elevado de basicidad de un alimento.

Los investigadores comprobaron que las moscas a las que se le había eliminado el gen alka no eran capaces de identificar si un alimento contenía un alto nivel de pH, a diferencia de las moscas silvestres.

"Nuestro trabajo ha zanjado la discusión sobre si existe el gusto por los alimentos alcalinos", aseguró Yali Zhang, bioquímico y autor principal del estudio.

"Nuestro descubrimiento de alka como receptor del gusto alcalino sienta las bases para futuras investigaciones sobre la sensación gustativa alcalina en otros animales", escribieron los investigadores.

Editado por José Ignacio Urrejola