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“Latinoamericanización” de EE. UU.

Pablo Kummetz11 de diciembre de 2007

La “latinoamericanización” de los EE. UU. es el tema de una conferencia de tres días en Bielefeld, Alemania. El título: “EE. UU.: Imágenes de lo latino para el siglo XXI”.

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Manifestación en San Francisco a favor de la legalización de los latinos "ilegales" en EE. UU., en 2006.Imagen: AP

De acuerdo con cifras de la Oficina de Censos de los EE. UU., los “latinos” son, con casi 40 millones de personas, ya la mayor minoría en el país. Y su tasa de crecimiento es enorme. Además, la frontera norteamericana es cruzada ilegalmente por hasta tres millones de personas por año, la mayoría pasa por la divisoria entre EE. UU. y México, de tres mil kilómetros de largo.

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Acción de protesta en San Francisco, EE. UU., 2006.Imagen: AP

El peso económico, político y cultural de los latinos en EE. UU. crece rápidamente, dicen los organizadores de la conferencia. Y es más, agregan: “Esa latinoamericanización no sólo transforma la autodefinición de la sociedad norteamericana, sino que los cambios también se reflejan en la vida cotidiana y cultural del país. En el arte de los latinos en EE. UU., el análisis de la identidad étnica, cultural e individual desempeña un papel central.”

La conferencia de Bielefeld reúne a un amplio foro interdisciplinario de expertos de las áreas de la política, el derecho, las ciencias sociales, la educación, la lingüística, los medios de comunicación y el cine. Su objetivo: identificar la función social y las transformaciones en la imagen de lo latino en los EE. UU. desde los años 90.

La participación de artistas de performance y cineastas en la conferencia, que se lleva a cabo en inglés y español, posibilita la convergencia de la discusión política con la práctica cultural y un amplio diálogo con una opinión pública extrauniversitaria.

La inmigración en silencio

Un aspecto de la temática es la inmigración establecida y documentada. Otros, virulento en los últimos tiempos, es la inmigración ilegal. Hasta ahora, los inmigrantes ilegales en EE. UU. se ha adaptado a las condiciones de vida en las zonas grises de la sociedad, sin dar mucho que hablar ni plantear muchas exigencias. En silencio, aunque visibles, se establecen en el mundo laboral estadounidense, generalmente en empresas de servicios sencillos, la construcción y la agricultura.

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Trabajadores inmigrantes en un cultivo de lechugas en California.Imagen: AP

En Mount Pleasant, el barrio latino de Washington, grupos de jornaleros jóvenes se reúnen cuando sale el sol en determinados puntos, donde son recogidos por camionetas, que los llevan a obras en construcción y otros lugares de trabajo. Y como en la capital, también en muchas otras ciudades.

En vastos sectores de la economía y en los partidos políticos de EE. UU. se coincide en que es necesaria una reforma inmigratoria, para legalizar la situación de esos inmigrantes de facto. En ello están de acuerdo por ejemplo desde empresas, pasando por los sindicatos y las organizaciones de inmigrantes hasta las Iglesias. También los empresarios agrícolas han declarado su “solidaridad” con los inmigrantes: al fin y al cabo se benefician de los indocumentados, porque son mano de obra

barata.

“Los necesitamos. Y necesitamos más.”

Quienes se oponen a la legalización de los latinos en las sombras son sobre todo los sectores más conservadores del Partido Republicano. Se trata de sectores proteccionistas, xenófobos e incluso racistas, que temen una “latinoamericanización” de los EE. UU. Esa ala republicana exige incluso la expulsión de millones de seres humanos.

Michael Bloomberg, el alcalde republicano de Nueva York ha comentado esas propuestas con meridiana claridad: “son absurdas e irrealizables”. Si se llevan a cabo, agregó, “destruirían nuestras familias y nuestra economía”. Es más, destacó: “La verdad es que se trata de seres humanos que están aquí porque los llamamos y los dejamos entrar, son parte de nuestra economía. Los necesitamos. Y necesitamos más aún”.

Todo parece indicar entonces que una cierta latinoamericanización de los EE. UU. ya no podrá ni quiere ser detenida. El “melting pot”, el crisol norteamericano, integrará a los latinoamericanos como ya integró a numerosas oleadas de otros inmigrantes. La conferencia de Bielefeld, que va del 10 al 12 de diciembre y analiza las modalidades de esa integración, se centra en los temas:

¿Qué funciones cumple el imaginario de lo latino en las área de la educación, el mercado de trabajo, la representación política, el género y la familia?, ¿cómo se integra ese imaginario en la creación cultural? y ¿cómo han modificado la presencia política y mediática y la movilidad social la imagen propia y externa de los latinos (también en la competencia con otras minorías) y qué consecuencias tiene ello para el análisis y la práctica cotidiana?