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Lecciones de Fukushima para Alemania

Jeanette Seiffert (el)11 de diciembre de 2013

Casi dos años después de la catástrofe nuclear en Japón se implementan medidas para proteger mejor a la población de Alemania de posibles accidentes. Pero podrían pasar años antes de que los planes sean completados.

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Imagen: dapd

En marzo de 2011, la reacción en Alemania fue rápida luego de que llegaran las primeras imágenes del accidente en la planta nuclear de Fukushima, en Japón. La canciller Angela Merkel prometió que se revisaría la seguridad en las centrales nucleares alemanas.

Poco después fueron apagadas ocho plantas nucleares, y el Gobierno federal anunció que para el año 2020 ya no habrían plantas generadoras de electricidad a partir de la tecnología nuclear.

¿Qué tanto de esto se ha cumplido? Expertos de la Comisión para la Protección contra las Radiaciones, encargada de asesorar al ministerio de Medio Ambiente en estos temas, advierten que muchas más personas de las originalmente previstas podrían resultar afectadas en caso de un accidente nuclear.

El organismo recomienda, en consecuencia, ampliar las medidas para proteger a la población que vive en las inmediaciones de las plantas nucleares. Para empezar, según la comisión, se debería ampliar de 10 a 12 kilómetros el radio de la zona a evacuar, de producirse dichas contingencias.

Luego, el organismo evalúa si además deben adoptarse nuevos niveles máximos de radiactividad. En toda Alemania deberían formarse reservas de tabletas de yodo. Al ser ingeridas, éstas impiden que se acumule yodo radiactivo en la glándula tiroides.

Muy tarde, dicen unos...

Todas estas medidas deberían haber sido adoptadas hace ya mucho tiempo, dice Jochen Stay, de la organización antinuclear “Ausgestrahlt”. Apenas desde hace dos años se sabe que la nube de radoactividad se expande mucho más de lo que se pensaba.

Katharina Reiche, del ministerio alemán del Medio Ambiente.
Katharina Reiche, del ministerio alemán del Medio Ambiente.Imagen: picture-alliance/dpa

Para Stay, las recomendaciones de la Comisión para la Protección contra las Radiaciones no son lo suficientemente amplias. “Se propone bajar de 100 a 50 milisieverts el nivel de radiación para evacuar a la población”, dice el experto a DW. “Esto suena bien, pero en Japón se puso en vigencia el nivel de 20 milosieverts para la zona de Fukushima”.

...pero no es urgente, dicen otros

No está claro cuáles de las recomendaciones serán llevadas a la práctica. El ministerio alemán del Medio Ambiente no ha querido pronunciarse en detalle sobre este tema, pues las recomendaciones de la comisión aún no están listas y el asesoramiento no ha terminado.

“Por la complejidad del tema, en estos momentos sería inapropiado decir ‘vamos a hacer esto aquí y esto allá' ”, dice a DW Katharina Reiche, funcionaria del ministerio alemán de Medio Ambiente.

Reiche no ve motivos para acciones urgentes: todas las plantas nucleares en Alemania fueron revisadas luego de la catástrofe de Fukushima, y los grupos de expertos internacionales llegaron a la conclusión de que Alemania cumple con los estándares más altos en la materia.

Jochen Stay, activista antiatómico.
Jochen Stay, activista antiatómico.Imagen: picture-alliance/dpa

“Estoy convencida de que las medidas adicionales que se planean son para cubrir una eventualidad muy remota, que prácticamente puede ser descartada”, agrega Reiche.

“Esto equivale a jugar con fuego”, dice Jochen Stay. El peligro de que se produzca un accidente nuclear en Alemania crece cada año. “El riesgo más grande lo constituyen las plantas nucleares más nuevas, a las cuales se mantuvo en funcionamiento”, advierte. Por eso deberían estar en el centro de cualquier estrategia de protección.

Respuesta internacional

Nadie sabe exactamente en cuánto tiempo podrán llevarse a la práctica las recomendaciones de la comisión. Aún cuando se alcance un acuerdo entre los expertos del organismo, aún faltaría que las medidas fuesen aceptadas por los ministerios del Interior de los estados federados.

Katharina Reiche va más allá. Piensa que debe pensarse en soluciones que traspasen las fronteras alemanas. “Debemos pensar en Europa; es decir, elaborar estándares y procedimientos comunes para todo el continente”.