Libertad y seguridad

El Freie Presse, de Chemnitz, señala a este respecto: "Si los datos personales van y vienen como en un bazar oriental, es como para prender todos los focos rojos de aquellos políticos para los cuales el Estado de derecho aún es importante. El hecho de que en las primeras pruebas aleatorias haya salido el nombre del encargado gubernamental para la protección de datos, y emergieran delitos de tránsito en el operativo antiterrorista, permite supone que lo contenido en su informe es apenas la punta del iceberg. Así, el catálogo de lujo del ex ministro del Interior, Otto Schilly, no parece más que un escaparate de baratijas."

Un completo dilema

El Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno, también presenta un punto de vista crítico: "El ministro del Interior, Schäuble, ha lanzado en las últimas semanas una serie de globos experimentales y ha dejado que los medios se lancen a pescarlos: primero se dijo que la policía tendría acceso a las computadoras personales; luego, que los datos de las infracciones servirían para detectar terroristas; más adelante, que las huellas digitales de los solicitantes de pasaportes serían almacenadas electrónicamente, y finalmente, que el ejército jugaría un papel más activo en la seguridad interna del país. Cuánto de ello era una propuesta seria, cuánto ha servido a la creciente popularidad del ministro, y cuánto era solamente una prueba para detectar reacciones, es algo que ni siquiera el socio de la coalición, el SPD, puede dilucidar. Lo que es cierto es que el ministro no ha podido presentar una solución concluyente a los vacíos presentes en el sistema de seguridad."

Bienvenido el espionaje

El Kölner Stadt Anzeiger, de Colonia, pone sobre la mesa una opinión polémica: "Las advertencias del encargado gubernamental para la protección de datos personales son, en principio, justificadas. Los responsables políticos no se comportan a la altura de los tiempos. El ministro Schäuble, por nombrar alguno, ha inundado a la República con una serie de iniciativas. Él debiera sustentar sus propuestas en hechos y cifras, en vez de dispararlas a la manera de John Wayne. Al mismo tiempo, es correcta la demanda de poner límites cronológicos a las leyes. Si la libertad debe ser limitada en aras de la seguridad, por favor que sea tanto como se necesite. Los protectores de datos personales deben saber una cosa: no tiene sentido satanizar al Estado. La amenaza central es el terrorismo islámico. Lo que haga el Estado no es más que una reacción."

Dedo flamígero

Desde Lübeck, el Lübecker Nachrichten reflexiona así: "La relación entre el Estado, la seguridad y el ciudadano se ha modificado bajo el principio: la confianza es buena, pero la desconfianza es mejor. Cuando los protectores de datos personales alzan su dedo flamígero, no hacen sino su trabajo. Pero no son los únicos inconformes. Trátese de seguridad en el tráfico aéreo, o de las escuchas telefónicas, los altos tribunales se han visto en la necesidad una y otra vez de corregir la política antiterrorista. Es razón más que suficiente para poner al cuidado de los datos personales de nuevo en la agenda pública."