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Cuba no tolera la disidencia en negros

26 de febrero de 2010

En entrevista con DW-WORLD, la madre del difunto disidente cubano Orlando Zapata, rechazó las condolencias de Raúl Castro y recordó que su hijo no merecía morir golpeado y torturado, "era un luchador pacífico".

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Orlando Zapata Tamayo: funeral silenciado.Imagen: AP

Orlando Zapata Tamayo fue sepultado el 25 de febrero a las 7:30 de la mañana. Numerosos cubanos acompañaron a su madre, Reina Luisa Tamayo Danger, en una marcha luctuosa que recorrió las calles de Banes hasta depositar su cuerpo en el cementerio Sur La Güira, en Reparto Mariana Grajales, en la provincia de Holguín. Bajo gritos de "¡Libertad a los presos políticos en Cuba!" y "¡Que viva Orlando Zapata!", los activistas despidieron a Zapata Tamayo a quien le cantaron el himno nacional cubano.

En conversación con DW-WORLD, la madre del activista denunció las presiones del Estado para enterrar con rapidez a su hijo. "Que todo el mundo lo escuche: la seguridad del Estado se valió de dos médicos para que vinieran y me dijeran que había que enterrar a mi hijo rápido, que se iba a descomponer. Fue presión. ¡Qué cinismo!", afirma.

"Yo les dije que si querían que saliera mi cadáver con el de mi hijo. Después de que hicimos las oraciones y le cantamos el himno le dimos la despedida escrita por el hermano opositor Meza, luego les pedí que me abrieran la caja para echarle un perfume coral negro, que fue su favorito toda su vida. Atomicé toda la caja, lo besamos, pasé la mano y no estaba descompuesto. Parecía que estaba dormido, la única desfiguración que tenía era una leve alteración por los sueros, tenía su mano un poco hinchada, pero su rostro estaba normal, le tiré unas fotos en la caja", recuerda.

Kuba Zapata Tamayo
En los hogares cubanos se recuerda al activista.Imagen: AP

Raúl Castro: "un cinismo ante el mundo"

Reina Luisa Tamayo responsabilizó a los hermanos Castro del deceso de su hijo y dijo no aceptar las condolencias de Raúl Castro. "¡Es un cinismo ante el mundo!, llevaba en el cuerpo huellas de las golpizas y ellos aseguraban que Zapata se iba a morir, no le concedieron las mejorías que él pedía, que no eran del otro mundo. ¿Porqué Raúl ahora le da las condolencias a esta madre? ¡No!, ¡No se las acepto! Lo que tenía que enviarle a esta madre era un SÍ, le vamos a conceder lo que él pide. Entonces mi hijo no hubiera muerto", Reina Luisa Tamayo dijo que lo único que está haciendo Raúl es presentar otra cara ante el mundo, pero ella lo desafía pues sabe que eso es cinismo.

La madre de Orlando Zapata recuerda que en la prisión Kilo 8 en Camagüey, lo querían obligar a comer y que sus alimentos tenían que ser pasados por los militares. Y él dijo: muerto primero, también quería usar ropa blanca que usan los opositores de conciencia y no el uniforme del penal. "Entonces hicieron una junta y le echaron 25 años más de cárcel sobre los 7 y medio que llevaba preso".

"El pedía un televisor, una radio, una plancha, un fogón y un calentador, cosa que no era del otro mundo, que Cuba lo tiene, no accedieron para que él pudiera cumplir su condena injusta, lo encerraron en una celda oscura en donde debía pasar 25 años y a él no le daban miedo los años que pasaría en prisión, nunca claudicó. Murió con la frente en alto. Muerto antes que de rodillas. Ése era Orlando Zapata Tamayo, un defensor negro de los Derechos Humanos en Cuba".

O. Zapata Tamayo
Zapata Tamayo, condenado en la "Primavera negra".Imagen: picture-alliance/dpa

Acumuló penas de hasta 56 años de cárcel

Zapata Tamayo formaba parte del grupo de los 75 disidentes condenado en la llamada primavera negra, en 2003, con penas de hasta 28 años de cárcel, aunque en su caso, la acumulación de penas por "desobediencia, desacato y protestas a favor de los derechos humanos", le acarreó penas hasta por 56 años de prisión.

Los funerales del defensor de los derechos humanos tuvieron lugar en medio de un silencio de medios locales cubanos y un fuerte despliegue de medidas de seguridad en el que otros activistas fueron amedrentados y detenidos. "Hubo más de 50 detenciones a lo largo y ancho del país, había mucha vigilancia y permanentes amenazas desde que trajimos el cadáver. Nos decían que había que sacar el cadáver antes de tiempo y que luego podríamos hacer un velorio simbólico, como los que hicieron los hermanos en toda Cuba, que pusieron un libro de condolencias y la foto de él, pero lo que hemos vivido estos días ha sido una represión masiva por parte de la seguridad del Estado".

Reina Luisa Tamayo Danger pide a los europeos que presionen a Cuba, que intensifiquen la campaña para defender los derechos humanos. "Era mi segundo hijo, y lo han desbaratado porque era negro, pero era bueno, humano, con una sonrisa siempre en sus labios, un luchador pacífico de los derechos humanos, no merecía morir golpeado y torturado".

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas Sasse