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El shock de Mosul

Enrique López Magallón19 de junio de 2014

Los terroristas de ISIS no son los únicos que se oponen al gobierno de Nuri al Maliki en Irak. Varios grupos llevan ya tiempo expresando su frustración con el gobierno chií en Bagdad.

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Imagen: Reuters

El gobierno de Bagdad ha despertado de su estado de shock: esta ha sido la noticia que el primer ministro iraquí Nuri al Maliki ha dado a sus ciudadanos por televisión nacional esta semana. “Hemos comenzado nuestra contraofensiva, hemos tomado la iniciativa, y ahora es nuestro turno de atacar”, dijo, prometiendo derrotar a la organización terrorista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés).

En una semana, ISIS ha tomado Mosul, la segunda ciudad más grande del país, así como la ciudad natal de Sadam Hussein, Tikrit, la ciudad siria fronteriza de Tal Afar y partes de Bakuba, la capital de la provincia de Dijala. Sus próximos objetivos son Bagdad y las ciudades chiíes sagradas de Kerbala y Nayaf. En Mosul ya se ha implementado un sistema nuevo de medición de tiempo. “Nada será como antes en Mosul”, dijo Nechirvan Barzani, primer ministro de la región autónoma de Kurdistán, cuya capital, Erbil, está tan solo a 80 kilómetros de Mosul.

Entretanto, Bashar Kiki, presidente del consejo provincial de la Gobernación de Nínive (de la cual Mosul es la capital), no entiende el “estado de shock” en el que supuestamente han entrado Maliki y su gabinete. Para él, lo sucedido no ha sido ninguna sorpresa; tanto él como sus compañeros y el gobernador de la provincia ya llevan advirtiendo al gobierno del peligro desde hace mucho tiempo.

Ataques terroristas, como secuestros y ejecuciones, ya se han convertido algo usual en los últimos meses. Puesto que la provincia tiene una larga frontera con Siria, Mosul se ha convertido en un punto de transbordo de armas y reclutas islamistas. Los extremistas pueden encontrar allí todo lo necesario para operar en ambos lados de la frontera, incluyendo sus necesidades logísticas y el equipo militar, que es fácil de adquirir en las calles de Mosul.

Nuri al-Maliki Ministerpräsident Irak
Nuri al Maliki: un gobierno con problemas.Imagen: picture-alliance/dpa

ISIS, movimiento de resistencia contra el gobierno

ISIS cada vez da más que hablar en Siria, donde ha logrado los mayores avances territoriales de entre todos los grupos rebeldes. La cantidad de grupos étnicos y religiosos en Mosul hace que el ambiente sea muy volátil y susceptible de ataques violentos. Bashar Kiki sabe que ISIS tiene en sus filas a más personas de los 10.000 terroristas islámicos que se han calculado hasta el momento.

Kiki ha calificado a ISIS como “un movimiento de resistencia contra el gobierno de Bagdad”. Grupos terroristas afines se han unido al movimiento junto con varios miembros del partido Baath. Supuestamente, ninguno de ellos tiene interés en un estado islámico. En lugar de ello, la razón de su ira contra Bagdad se debe a la marginalización política sufrida por los suníes de Irak bajo el mando del gobierno chií de Mliki. Además de eso, varios militantes de ISIS son exsoldados despedidos por el gobernador estadounidense Paul Bremer que, después de ello, no pudieron encontrar su lugar en el nuevo ejército iraquí.

Exsoldados frustrados

Irakische Fllüchtlinge in Erbil, Nordirak
Muchos ciudadanos de Mosul han abandonado la ciudad.Imagen: Karim Sahib/AFP/Getty Images

La frustración es grande, y a menudo tiene consecuencias. “No hemos aprendido a hacer otra cosa que disparar”: esta es una queja regular entre los exsoldados, que explicaría por qué muchos de los 2,8 millones de habitantes de Mosul incluso dan la bienvenida a sus “nuevos amos”.

Ya en diciembre de 2006, los extremistas suníes de ISIS en Mosul declararon el “Emirato Islámico de Irak”. Un autoproclamado ministerio de guerra desplegó panfletos con nuevas leyes, y los incidentes terroristas aumentaron de forma significativa: hubo amenazas y asesinatos de policías, periodistas y mujeres que no llevaban pañuelos en las cabezas, así como dueños de estudios fotográficos o de restaurantes cuya comida no se considerara apta según los cánones islámicos.

El plan antiterrorista estadounidente “Surge” acabó con todo esto dos años más tarde, pero solo de forma provisional. Ahora, los terroristas que se autoconsideran militantes de la guerra santa han capturado a 49 miembros del consulado turco, así como a 31 conductores turcos de camiones. Igualmente, el gobierno indio ha anunciado que 40 trabajadores de India han sido secuestrados.

Autora: Birgit Svensson desde Bagdad / lab
Editor: Enrique López