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Los errores de Viktor

22 de diciembre de 2010

Los editorialistas comentan hoy una ley en Hungría que limita seriamente la libertad de prensa.

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Viktor OrbanImagen: AP

“Nacionalismo del siglo XIX”

Gazeta Wyborcza, Varsovia: “El primer ministro húngaro, Viktor Orban, es como político mucho más inteligente y experimentado que el fallecido (populista austriaco) Haider. Orban inició su carrera política en la oposición democrática y su espíritu de lucha es inquebrantable, habiendo logrado retornar al poder luego de dos elecciones perdidas. Lamentablemente, su populismo, en combinación con el mesianismo húngaro y un nacionalismo como del siglo XIX puede ser más peligroso que la política de Haider. (…) Es tiempo de que alguien le diga a Orban: ‘Víctor, cometes errores'“.

Cambiando de barricada

Corriere della Sera, Milán: “Como billete de entrada poco antes de la Presidencia Húngara de la Unión Europea, éste es un paso absolutamente singular y sin duda vergonzoso. La votación en el Parlamento de Budapest generó protestas en el país y desconcierto en el exterior. Pero la aprobación de esta ley mordaza contra los medios no es más que la reciente (y probablemente no la última) medida de un jefe de Gobierno que en tiempos del régimen comunista era un adalid del discurso liberal, pero que paulatinamente fue cambiando de barricada. Ahora demuestra poseer una marcada vocación autoritaria. (…) Para Bruselas parece tener prioridad no la libertad de prensa, sino la capacidad de la Presidencia Húngara de abordar competentemente la agenda económica”.

Una clara señal

Salzburger Nachrichten, Salzburgo: “Hungría coarta la libertad de prensa y viola con ello claramente principio europeos, entre los que se cuenta la libertad de los medios de comunicación. Pero de los más importantes representantes de la Unión Europea (…) no se oye nada desde hace meses. (…) Como ciudadano europeo no se puede creer que en este caso se evite pronunciar las correspondientes advertencias, porque desde Escandinavia hasta Europa Central avanzan los movimientos populistas de derecha. Sin duda, los gobernantes de la Unión Europea cuentan con todos los medios para ejercer una presión más o menos fuerte para que Budapest tome por el buen camino. Al fin y al cabo, Hungría se salvó de la debacle estatal sólo gracias a la ayuda del FMI y la UE. Antes de que Hungría asuma la Presidencia de la UE es necesario transmitirle una clara señal”.

dpa
Editor: Pablo Kummetz